Actualmente, los dueños y directores de las organizaciones se han convertido en embajadores de las marcas que representan y una declaración de ellos puede elevar o afectar su reputación.
Hace un par de meses, empresarios de nuestro país se reunieron para desarrollar el Plan de Reactivación Económica del Sector Empresarial, que fue presentado a gobierno federal por el Consejo Coordinador Empresarial (CCE). Durante esa reunión se planteó la posibilidad de promover la salida de Andrés Manuel López Obrador, en la revocación de mandato en 2022.
Esa información llegó a oídos de autoridades federales y Raquel Buenrostro Sánchez, Titular del Servicio de Administración Tributaria (SAT) convocó a José Antonio “El Diablo” Fernández Carbajal, Presidente del Consejo de Administración de Fomento Económico Mexicano (FEMSA) a una reunión.
Después de dicha reunión, la Titular informó que la compañía aceptó el pago de 8 mil 790 millones de pesos en impuestos, un gesto de buena fe de la multinacional mexicana fundada en nuestra ciudad.
De acuerdo con La Política Online, sitio especializado en el tema, informó que después de ese gesto, llegó a oídos de Palacio Nacional un comentario que hizo “El Diablo” Fernández con empresarios cercanos: “Voy a pagar al SAT, pero si es necesario pondré el doble para sacar a AMLO en 2022”.
Pasaron unos días y gobierno federal presentó el supuesto plan “BOA” (Bloque Opositor Amplio), donde FEMSA formaba parte. Estos supuestos comentarios por parte del empresario regio y la presencia de la compañía en el “BOA”, terminaría en miles de tweets bajo los hashtags #BoicotAOxxo #BoicotAFEMSA, donde usuarios expresaban su inconformidad e invitaban a la comunidad a dejar de consumir productos de la compañía.
Actualmente esta historia aún no termina y lo único que nos preguntamos es: ¿cuál será el final de la novela?
