PLAYERS_OF_LIFE_LOGO_22
marzo 28, 2024

, ,

El futuro del trabajo

Lo bueno del home office es que podemos seguir siendo igual de eficaces en nuestro trabajo.

Por

A estas alturas, apuesto a que ya has leído suficientes artículos con cientos de tips para trabajar desde casa, descargado las mejores herramientas de comunicación, aprendido nuevas técnicas de concentración y te declares a ti mismo un experto en home office.

Hace apenas unos meses, la mayoría de nosotros ni siquiera sabíamos en qué consistía o probablemente pensáramos que era algo sólo al alcance de freelancers o profesiones muy concretas. Sin embargo aquí estamos muchos de nosotros, aprendiendo a trabajar desde casa y esperando a que todo pase para volver a la normalidad… o no?

Bueno, seguramente pienses que esto de trabajar desde casa tampoco está tan mal. Vale, es verdad que el confinamiento no ayuda, porque tener a los hijos, perro y marido merodeando por la casa hace un poco complicado todo el proceso. Pero si conseguimos separar ambos conceptos seguramente veamos las cosas positivas. Por que las tiene y muchas.

La primera y más evidente es la flexibilidad. Claro, esto no significa que vayamos a trabajar cuando nos apetezca y cuando no, nos sentemos a ver Netflix. Es importante tener una rutina y ser disciplinado, de lo contrario nos pasaremos el día entero trabajando y acabaríamos exhaustos. Sin mencionar que bajaría nuestra productividad, a pesar de que la sensación de estar ocupado sería mayor.

Lo bueno del home office es que entre descanso y descanso podemos: poner una lavadora, bajar a nuestro perro a que haga sus cosas, tal vez recoger a nuestros hijos del colegio o abrir al repartidor de Amazon. Y seguir siendo igual de eficaces en nuestro trabajo. 

Es decir, que trabajar desde casa nos ayudaría a tener un mayor equilibrio vida-trabajo, y por consiguiente estaríamos más felices. Porque, piénsalo, si estuviéramos en nuestra oficina haríamos los mismos descansos pero cambiando lo anterior por 2 pausas-café, 4 cigarros, 5 visitas al baño y 15 minutos charlando con la de compras. Que nos conocemos. 

Además, ganaríamos entre 1 y 2 horas diarias en viajes, es decir, 5 y 10 horas a la semana, ahí es nada. Y por último y no menos importante, ahorraríamos el dinero de gasolina o tickets del metro o bus. Si a esto le añadimos que, gracias al confinamiento y a que millones de personas no están cogiendo su carro para ir a trabajar, hemos reducido hasta un 85% de polución en las principales urbes.

Seguramente te estás preguntando, ¿por qué no hemos incorporado ya el home office a nuestras vidas?

Modelos de management

La respuesta está en el modelo de management que tradicionalmente las empresas han estado siguiendo, pensando en las personas como un recurso más de su estructura que deben gestionar sin tener en cuenta sus necesidades.

La mayoría de empresas establecen unos horarios fijos de trabajo, debiendo fichar al entrar y al salir, con tiempo limitado para descansar y restricciones en el uso del teléfono móvil o internet, todo para evitar que nos dispersamos y estemos el mayor número de horas produciendo.Esto puede que funcionara en la era industrial pero cada vez es más evidente que esta forma de gestionar equipos está obsoleta.

“En el pasado, los trabajos eran de fuerza, hoy son de conocimiento, pero en el futuro serán del corazón.” –Minouche Shafik

Si en estos momentos de crisis estamos demostrando que aun sin esas restricciones somos capaces de ejecutar nuestras tareas siendo igualmente productivos desde casa, es porque tenemos un cierto grado de accountability. No existe una palabra equivalente en castellano, pero básicamente hablamos de la posesión de tres cualidades: compromiso, proactividad y responsabilidad.

Si somos capaces de desarrollar estas cualidades en nuestros equipos, nos dará igual desde donde estén ejecutando sus tareas y podremos centrar nuestra energía y recursos en otras cosas.

Lo cierto es que, la sociedad está más que preparada y capacitada para llevar a cabo el home office y esta situación forzada nos lo está demostrando. Cualquiera dispone de una buena conexión wifi en casa y el número de herramientas en muchos casos gratuitas, que existen para este fin es infinito.

La mayoría de personas con las que he hablado me comentan que esto del confinamiento o home office no está tan mal y que están descubriendo nuevas facetas y desarrollando habilidades que de otra manera no lo hubieran hecho.

Con suerte, cuando todo esto pase (porque pasará, créeme) seguiremos practicando estas nuevas habilidades o rutinas saludables que hemos adquirido. Porque de eso se trata la resiliencia, de adaptarse en época de crisis y conseguir salir mejorado de la misma. 

Dicho esto, es un buen momento para plantearnos el incorporar esta modalidad de trabajo en nuestros equipos. No hablo de hacerlo cada día, sino dar la oportunidad a nuestros colaboradores de tomarse uno o dos días semanales de home office. Imagina las consecuencias positivas que esto tendría en nuestras vidas y en nuestro planeta. En Fuckup Inc es algo que tenemos incorporado desde el inicio y tras años de práctica hemos de decir que sólo trae cosas buenas.

Y tú, qué vas a hacer cuando pase el confinamiento?

Fuckup Nights es un movimiento global, donde personas comparten sus historias de fracaso profesional. Una vez al mes, realizan eventos donde tres speakers en siete minutos y 10 imágenes, cuentan sus historias.

Solo el año pasado, organizaron más de de mil eventos donde participaron 120 mil asistentes, en 300 diferentes ciudades y 90 países.

Por: Marta Cabañas de Fuckup Nights

+DESTACADO