Con 10 años de experiencia en las áreas de Planeación Estratégica, Nuevos Proyectos y Adquisiciones dentro de destacadas empresas de la ciudad, Eugenio Martínez Serna inició su historia dentro de Daltile México, en ese entonces llamada Cerámica Regiomontana, hace 33 años, en la que a través de la sistematización de procesos y sembrar la visión de una compañía de clase mundial en sus asociados ha llevado a la empresa a cruadruplicar su capacidad anual de 126 millones de pies cuadrados a 550 millones de pies cuadrados.
La Dirección de las plantas de Fritas y Refractarios fue el primer reto del egresado de la carrera Ingeniero Químico Administrador por el Tecnológico de Monterrey dentro de la organización, el cual desempeñó por una década. Desde 1995 ejerce el cargo de Director General de Daltile México, mismo que desde 2012 lleva a la par de la presidencia de la compañía, que nació en 1955 como una planta dedicada a la manufactura de azulejo para exportación y que en 1990, de ser una empresa familiar evoluciona a compañía internacional al integrarse a la Corporación Mohawk, iniciando una nueva etapa de crecimiento y consolidación en la industria de los recubrimientos cerámicos en México, Estados Unidos, Centro y Sudamérica.
Actualmente, la compañía cuenta con 11 plantas, ocho de ellas se encuentran en Nuevo León, dos en Salamanca, Guanajuato y una en Mexicali, Baja California Norte; a su vez, estos puntos así como Manzanillo y la Ciudad de México son centros de distribución.
Durante la charla, Martínez Serna, quien cuenta con una maestría en Ciencias por Georgia Tech, así como estudios de Manufactura y Calidad en Japón y de Alta Dirección en el IPADE, externó que el activo más importante de la organización es el ser humano, por eso es fundamental alinear las expectativas personales y profesionales de cada integrante de Daltile México visualizando la misma realidad y a través de medición con “hechos y datos” buscar el logro de sus objetivos, con el firme propósito de alcanzar a ser una compañía donde todos quisieran trabajar.
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Como resultado de esto, cuentan con certificaciones como ISO 9001, ISO 14001, OHSAS 18001, CT-PAT, OEA, y son de las pocas empresas del país que cuentan SA 8000, norma internacional al respeto humano y dignidad, la única compañía certificada en México con más de tres mil asociados, “Las certificaciones de prestigio internacional son de mucho interés para nuestra empresa pues representan mecanismos de evaluación y verificación de nuestros procesos operativos y humanos, lo que nos permite siempre enfrentarnos a la realidad, que es el primer paso para el cambio. Además de que generan orgullo y pertenencia de nuestros asociados”, dijo el Presidente y Director de Daltile México.
En 2018, se aplicó a nivel mundial la primera encuesta corporativa de satisfacción laboral a más de 20 mil asociados de Mohawk Industries y Daltile México recibió la mejor calificación de toda la corporación con un resultado de 94 de 100 puntos.
- 3850 empleados en todo México
- 550 millones de pies cuadrados de capacidad de producción
- 64 años de operación
- 11 plantas en todo México
- + 6 certificaciones internacionales
Así como el capital humano es de vital importancia para la empresa, también lo son sus familias, a las que integran por medio de su Escuela de Valores y campamentos de verano para sus hijos, estos últimos realizados desde hace 23 años. Asimismo, realizan múltiples actividades de responsabilidad social como donación de sangre, rehabilitación de escuelas, por mencionar algunas.
“Me gusta mucho caminar por las plantas, saludar a los asociados y observar su mirada. Los ojos son la ventana del alma y con el brillo de sus ojos y su sonrisa o ausencia de la misma, puedo detectar si tenemos oportunidades de liderazgo o están motivados aportando su talento”
‘Aconseja’ organismos
A la par de su liderazgo en Daltile, Martínez Serna ha estado a cargo de múltiples organismos empresariales y en beneficio de nuestra comunidad, como el Instituto Mexicano de Finanzas de Monterrey (IMEF), el Consejo de Industriales del Poniente (IRPAC) y Instituto de Protección Ambiental (IPA); a su vez ha sido Consejero de CAINTRA en tres ocasiones y ha formado parte del consejo directivo de varias empresas privadas en el país. Actualmente, preside el Consejo Mexicano de Comercio Exterior en el Noreste (COMCE), a través del cual se dio a conocer que por primera ocasión Monterrey será anfitrión del Congreso del Comercio Exterior Mexicano.
Su faceta como catedrático
Me inicié como maestro al regresar de la maestría en 1979 para pagar con la cátedra el préstamo del CONACYT y nunca lo he dejado. Es una forma de regresar a nuestras instituciones educativas lo mucho que recibimos de ellas. Ahora sólo voy como invitado en un par de ocasiones cada semestre. He tenido el privilegio de hacerlo en el ITESM, EGADE, UDEM y la UANL. Siempre les digo a los jóvenes que ellos me compensan con la energía que emanan en el salón. La interacción con las nuevas ideas que surgen de las nuevas generaciones son un estímulo para reinventarse cada año y mantenernos abiertos para escuchar e incorporar ese valioso talento que surge de las universidades. En DTM tenemos un programa permanente de al menos 25 practicantes que nos permite incorporar a los jóvenes que se identifiquen con nuestra cultura y aporten su conocimiento para evolucionar cada año.
¿Cómo ha evolucionado la compañía desde que usted se incorporó hasta la fecha?
La empresa se ha multiplicado más de cuatro veces, de una capacidad anual de 126 millones de pies cuadrados a la actual de 550 millones de pies cuadrados.
¿Cuál ha sido la clave de sus resultados sobresalientes?
Un proceso sistemático y participativo, donde todos somos iguales, cada asociado es una pieza de un rompecabezas con un rol específico, igualmente importantes. Estamos convencidos que si compartimos la misma realidad y objetivos sumaremos la voluntad individual de cada asociado logrando integrar su talento y compromiso, su crecimiento profesional, resultados exitosos que lo motiven, logrando su realización y felicidad.
¿Cuál ha sido el reto más grande al que se ha enfrentado como líder de Daltile México y que aprendizaje le dejó?
En julio de 2010 las plantas de San Pedro sufrieron una grave inundación por el embate del huracán Alex. En lugar de declarar la pérdida total de la empresa, todos nos pusimos a trabajar día y noche, durante semanas, logrando recuperar las fuentes de trabajo. Los asociados demostraron a la Corporación lo que los mexicanos podemos hacer. Tenemos documentada la participación continua y heróica de miles de nuestros asociados; asimismo, el chairman global textualmente expresó: “It is a Miracle”. De igual manera, el responsable de desastres de la compañía americana, quién verificó por parte del seguro de siniestralidad la limpieza y operatividad de cada equipo en todas las plantas, con más de 35 años de experiencia declaró: “Con excepción del ejército americano, no he visto una organización más disciplinada en el mundo”. El aprendizaje que me dejó es lo que podemos lograr los mexicanos unidos en tiempos difíciles si compartimos un objetivo común. Convertir lo que parece imposible en posible.
¿Cómo cerró la compañía 2018?
Un 9% arriba de la industria, como lo hemos hecho en los últimos cinco años consecutivos, que tuvo una caída de 2% vs. el año anterior. También con una nueva operación consolidada en Salamanca y el lanzamiento de más de 240 nuevos productos. Además, recibimos la recertificación de nuestros sistemas SA 8000, ISO 14001, ISO 9001, OHSAS 18001, por mencionar algunos. De igual manera, obtuvimos resultados sobresalientes, los mejores a nivel mundial en el área de seguridad y medio ambiente de nuestra corporación.
¿Cuál es su enfoque para este año?
En 2019 Daltile enfrenta un mercado muy competido, nuestro compromiso es crecer nuevamente arriba de la industria, desarrollar nuevos productos y alta flexibilidad para atender los requerimientos del mercado. Actualizando además los sistemas de almacenaje para brindar un mejor servicio a nuestros clientes.
¿Cuál es su meta más grande?
Mi meta profesional y humana es vivir plenamente cada día. Estar consciente que cada día es irrepetible y lleno de oportunidades para aportar y trascender. Cumplir cabalmente con el alcance de mis responsabilidades, teniendo presente la regla de oro: “Tratar a los demás como a mí me gustaría que me trataran”. ¡Así no te equivocas!
En el trabajo concertar adecuadamente el talento de todos mis colaboradores directos y los miles de asociados que participamos en la empresa para que se traduzcan en su realización personal y buenos resultados para el negocio.
En lo familiar, disfrutar el crecimiento y madurez de la familia que he formado con mi compañera durante 41 años. Y en lo personal buscar la felicidad (a eso venimos todos al mundo).
