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abril 16, 2024

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Gastronomía en Houston

De todo un poco

Por

A unas horas de nuestra ciudad, ya sea en avión o en automóvil, tenemos la bella ciudad de Houston, Texas. Tuve la oportunidad por parte de mis amigos de Visit Houston de vivir unos días de experiencias gastronómicas y de entretenimiento más maravillosas que he tenido hasta el momento.
    Llegamos con el caluroso clima de la ciudad alrededor de medio día, con un hambre de locos ya que la desmañanada de empacar, llegar a la terminal del Mariano Escobedo, y  el show de hacer un viaje siempre es de locos. Al aterrizar en la ciudad del Petróleo nuestra primer parada fue en el Hotel Four Seasons ubicado en el mero centro de la ciudad. Bueno, sabemos que no tengo que decir nada de esta cadena de hoteles de primer nivel, nos hospedamos en la Executive Suite en donde desde la ventana se apreciaba una agradable vista a la cuarta ciudad más grande de Estados Unidos. Acomodamos nuestras cosas y salimos a comer al primer restaurante de este tour gastronómico, The Grove.
No dejó nada que desear, ubicado en el corazón de Houston en medio del parque Discovery Green, cerca de un lago y en el distrito de corporativos de la ciudad, una excelente opción para la gente que trabaja cerca ya que cuenta con una terraza frente al lago, o bien las instalaciones interiores están muy padres, pues no tiene paredes de concreto, es todo de vidrio y tienes una vista espectacular mientras disfrutas de la deliciosa variedad de platillos ya sea para un brunch o cena. Lo que más disfrutamos del menú fue el Filete de Salmón que venía acompañado de una ensalada de col verde, coliflor, berro, hinojo y vinagreta. También, pedimos un Mac and Cheese con champiñones que tenía un sabor delicioso, hace mucho que no probaba uno tan exquisito, y para ir explicando desde ahorita, mi acompañante es vegetariana, así que esperen en cada reseña un platillo para todo aquellos que se inclinan a este tipo de platillos, y bueno Jessica, la vegetariana, pidió un Kushari de Coliflor que tenía chickpeas, lentejas, papas, arroz, chalotes y bañado en una salsa de tomate y chile. ¡Delicioso todo!
Terminando nos fuimos caminando por el Parque Discovery Green al George E. Brown Convention Center, en donde están las oficinas de Visit Houston para saludar a Jorge Franz, Vicepresidente de Turismo. Increíbles paisajes se ven en el Distrito Central de Negocios, que por cierto nos comentaban que a partir del Super Bowl la inversión que se realizó en este lo levantó mucho. Estadios deportivos como el Minute Maid, el BBVA Compass Stadium, el Toyota Center por mencionar algunos, los hoteles que recién hicieron su apertura como el  Marriot, Embassy Suites y el Hilton, o algunos más clásicos como el Four Seasons. Infinidad de edificios y centros de convenciones, amplia variedad de clubes nocturnos y nuevas propuestas gastronómicas para disfrutar de un brunch, una comida con los compañeros de la oficina, una cena de negocios, con tu pareja o familia, y sobretodo un must en Houston son las famosas Happy Hours, en donde la mayoría de los establecimientos tienen un menú de finger food o ciertos platillos y drinks por un precio especial en cierta hora del día, de lunes a lunes vas a encontrar que el horario más concurrido en los bares y restaurantes de la ciudad es el after office.  Y para vivir esta experiencia muy de Houston, fuimos primero a el edificio más viejo de la ciudad, ubicado en Congress Street Le Carafe, está construcción se convirtió en un punto de referencia histórico para Texas en 1979 fundado por la familia Kennedy y con una historia muy interesante. Ahora sigue siendo un bar en donde sólo aceptan efectivo ya que se conserva la esencia, para mi un lugar paranormal, como de película de miedo para decir verdad, la leyenda dice que está embrujado, lo bueno es que cuando fuimos aún había sol. Tienen variedad de cervezas  y licores, un lugar muy diferente a todo lo demás que conocimos, pero definitivamente icónico.
Salimos del Le Carafe tras tomar unas cervezas artesanales de la región y nos pasamos a otro lugar con un concepto totalmente diferente, Bovine & Barley. Así como vemos en las películas americanas… Un bar con mucha luz y una enorme pantalla en donde se proyectaba un partido de americano. Una barra circular que acapara la mayoría del espacio del establecimiento con infinidad de sillas alrededor, muchas mesas tipo booth y mesas altas y una terraza con vista a la calle en donde pasa el metro que está de primer nivel. Llegamos justo a la Happy Hour, estaba lleno de gente que venía saliendo de la oficina, lo pude saber por la manera en que iban vestidos. Hombres en traje con corbata pero en la mirada y con la cerveza en mano te das cuenta que están teniendo sus horas de relajación y las mujeres en falda a la rodilla y con tacones cerrados, look de una mujer que pasa la mayor parte de la semana en la oficina (bueno al menos así me veo yo).
No probamos el menú de comida ya que nos esperaba una reservación para cenar en pocas horas, pero lo que escuché de la gente que ya ha ido es que tienen un brunch muy bueno, y para la comida y cena la variedad de hamburguesas, sándwiches y entradas típicas americanas son deliciosas. Habrá que ir en otra ocasión, pero al menos las bebidas que probamos tenían muy buen sabor, todas con agua mineral Topo Chico, me sentí en un barecito de Monterrey.
Y bueno, para terminar el día de exceso de sabores cerramos con broche de oro en un restaurante francés,  Brasserie du Parc. También ubicado en el Downtown en contra esquina del Four Seasons que está dividido en el área del bar y el área de restaurante y a un lado está una crepería Creperie du Parc, del mismo establecimiento. Comimos DELICIOSO, a parte de que el Chef salió a saludarnos e hizo la experiencia más interesante.  Yo traía un antojo de sopa de cebolla, y no me defraudó, verdadera cocina francesa. Los demás platillos que degustamos iban desde foie gras, mejillones, una crepa con camarones, salmón y cangrejo, no dejamos a un lado los cortes de carne y gozamos de un filete miñón y un steak con papas muy a la francesa y una ensalada verde, de postre no pudo faltar el tradicional Crème Brulèe y no nos bastó para dejar a un lado el merengue y terminamos con una Isla Flotante.
Listos para dormir en la deliciosa suite del Four Seasons, y al día siguiente el itinerario que nos esperaba era seguir conociendo el maravilloso Houston, tras la experiencia de conocer Downtown ahora nos dirigimos a otra zona de la ciudad, una zona con un sabor más cosmopolita. El lugar llamado The Dunlavy, un lugar especial, que como parte de su menú ofrece desayunos, lunchs, los sábados y domingos un brunch y todos los días la tan  famosa happy hour. Desayunamos delicioso, entre lo que pedimos del menú se encontraron unos smoothies de los ingredientes más frescos,  el sándwich St. Cecilia, relleno de prosciutto, jamón y miel; el Avocado Toast y el Salmon Gravlax Toast con queso crema,  cebolla roja, arúgula, alcaparras y el salmón más rico que he probado en un pan de multigrano. El Dunlavy es perteneciente a una franquicia llamada Clark Cooper Concepts que tienen seis diferentes conceptos en la ciudad que van desde lugares para desayunos y lunchs como lo es este que visitamos en donde aparte se pueden hacer eventos privados como bodas, fiestas, conferencias, etc. por su hermosa vista y ubicación.Otro es Ibiza Food and Wine un concepto de comida mediterránea para los amantes de la buena cocina y el buen vino. También, Brasserie 19, deliciosa comida francesa de la mejor calidad. El Coppa Osteria en donde todas sus pastas e ingredientes son hechos a mano. El Punk’s que es Southern Food encontrando en su menú pollo frito, hamburguesas, camarones empanizados, ostiones, entre muchas cosas más.
Y el sexto al cual también tuvimos la oportunidad de ir es el Saltair, en donde el fuerte es la comida de mar, sin embargo tiene opciones para todos los paladares. Nosotros fuimos de Happy Hour, así que nos sentamos en la barra, la cual es muy amplia y agusto para ir a tomar unos drinks y pedir algunas entradas. Tomamos el Saltair Gin Tonic, el Hot Fun in the Summer y algunas cervezas locales y vinos. Y de appetizers pedimos el Avocado, un sabor increíble, era un aguacate partido a la mitad relleno de elote y arúgula con limón, cilantro, queso cotija y crema ácida, unas zanahorias rostizadas en harissa, yogur y pistaches, y para no dejar a un lado la proteína un ceviche con coco, lima, jengibre y albahaca.

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