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abril 20, 2024

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Toda una vida llena de historia

A sus 91 años Don Carlos Amero se mantiene al frente de Librerías Iztaccíhuatl y con la intención de seguir ofreciendo cultura a los lectores.

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¿Por qué el nombre?… “Muchas personas no sabían pronunciar Iztaccíhuatl, mejor así, les llama la atención, ¿Qué es eso?”, bromea Don Carlos Amero Díaz, propietario de las icónicas librerías que llevan más de 60 años de historia.

A sus 91 años nada lo detiene. Hace unas semanas reinauguró un espacio en el Centrito Valle para instalar la sucursal que anteriormente tenían en el Mall del Valle, en San Pedro Garza García. En ese lugar es donde nos recibe, de elegante traje, nos saluda con una sonrisa.

Originario de Ixtlahuaca, en el Estado de México, su acercamiento con los libros comenzó desde muy joven, vendía publicidad en una revista de turismo y dentro de sus labores le tocaba viajar por todo el país, incluso fuera de México. Además, en dichos recorridos aprovechaba para ayudarle a su cuñado, Orlando Vierya a vender libros, y le iba bien. Eso lo llevó a establecerse formalmente.

¿Cómo nacen las Librerías Iztaccíhuatl?

“Nace porque el mercado de libros en México era muy pobre, lo que había era revisterías, no librerías, y nosotros empezamos a meterles el libro de bolsillo, que costaba 5 pesos al público y venían novelitas de Corín Tellado, de Agatha Christie, de novela policiaca.

“Viendo esas carencias en el mercado de libros, tratamos nosotros de darle más vida a ellas, que eran novelas de grandes autores”, recuerda Don Carlos, quien durante sus recorridos por el país encontró en Monterrey una oportunidad.

“Al venir a Monterrey y darme cuenta de la gran ciudad, el tamaño de ella y sus alrededores, (me di cuenta) que hacia falta una librería que tuviera todo. Existían librerías como Crédito de Libros Selectos, donde se vendían las obras clásicas, de grandes encuadernaciones en piel, con carátulas en piel, muy caras, por eso decían que el libro era muy caro”.

Así fue como en 1961, a sus 32 años, decidió instalarse en Nuevo León, en el edificio La Reinera, ubicado sobre la calle Morelos, en pleno centro de la Ciudad y que hasta hoy sigue en pie.

Clave del éxito

Para Don Carlos, la atención es de los puntos más importantes que lo han llevado a mantenerse en una época donde cada vez se usa menos el papel.

“Dar el mejor servicio posible a nuestro alcance con el acervo que tenemos y lo que no tenemos lo traemos, con todo gusto, lo buscamos, porque hay una variedad de distintos gustos, y nosotros con mucho gusto atendemos las necesidades del lector, esa es nuestra principal meta, cumplir con nuestro público. Nosotros no vendemos exclusivamente lo que tenemos en exhibición en los locales, si el cliente quiere una enciclopedia, se la traemos”, comentó.

Generaciones de lectores han pasado por sus librerías, lo que motiva a Don Carlos a seguir ofreciendo una diversidad de temas que sean del agrado de quienes visitan las sucursales.

“Sentir la satisfacción de quien viene a buscar un libro es porque está habido de conocer, de cultivarse en la vida, el libro es el mejor remedio para que esa persona se cultive”.

Además, en un tiempo fue participé de las primeras ferias de libro que se realizaron en municipios como San Pedro o Monterrey, sin embargo, lamenta que se hayan perdido ese tipo de eventos.

Más que un negocio, para Don Carlos llevar estas librerías es un entretenimiento, al estar poniendo novedades para los lectores, “es algo que me nació, la distribución de cultura para elevar el nivel y educación de la persona.

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