Después de casi tres décadas de crecimiento constante, su fundador Dieter Lorenzen Maldonado, quien inició el negocio a la corta edad de 20 años construyendo 50 casas, tuvo la visión de evolucionar esta desarrolladora abriendo espacio para sumarle más talento, momento en el que José Luis Flores, quien por años había participado como inversionista en los múltiples proyectos de la compañía, toma la Dirección General.

Los inicios de LOMA Desarrollos fueron con casas, posteriormente siguió un edificio de departamentos en la colonia Chepevera llamado La Salle I, al que le siguieron La Salle II y La Salle III. En este punto, la idea era continuar con la construcción de espacios de vivienda, pero al recibir un rotundo “no” en la solicitud para cambiar el uso de suelo de unos de sus lotes Lorenzen decidió conquistar el reto de hacer su primera plaza comercial, ubicada en la misma zona que sus primeras construcciones, a lo largo de la calle Francisco G. Sada.

El éxito de este primer proyecto fue inmediato, así que por varios años se dedicó a replicar esta fórmula en diferentes zonas de Monterrey, Guadalupe, San Nicolás, Escobedo, así como una en Saltillo, Coahuila. Asimismo, continuó trabajando en el desarrollo de viviendas con fraccionamientos, torres y condominios.

El detonante para convertirse en una empresa regiomontana con gran presencia a lo largo de nuestro País fue la adquisición de una propiedad en la zona comercial de Cancún ubicada al lado de un Soriana, actualmente uno de sus más grandes socios en cuanto a la venta de tierras, empresa a la que se acercó en búsqueda de un Convenio de Convivencia para la construcción de un Centro Comercial cerrado.

El cambió un poco y se optó por un espacio abierto para el que se establecieron alianzas estratégicas con marcas de prestigio, actualmente trabajan con más de 60, para que tuvieran presencia en este desarrollo. Así comenzó el desarrollo de los ‘community centers’ llamados Mi Plaza, marca creada por la inmobiliaria, como propuesta de una plaza de “barrio” que conectara con la gente y donde pudieran resolver sus necesidades principales de consumo.

De igual manera, su labor no se quedó solo ahí, sino que también esta empresa tomó la iniciativa de encargarse de la administración, “Tuvimos el gran compromiso con las mismas marcas y Soriana de administrar las plazas exitosamente, con seguridad, espacios climatizados, comercios, restaurantes y entretenimiento. Así nos fuimos posicionando”, complementó Dieter.

En la búsqueda de un nuevo reto, el empresario, quien se describe como una persona inquieta, recibió la propuesta de una propiedad con extensión de nueve hectáreas en Tijuana, al analizar este espacio recibió la sugerencia de construir un desarrollo de usos mixtos, un formato aún no explorado por la desarrolladora en ese entonces.

Después de convencer a un grupo de inversionistas sobre este nuevo destino conectado a la frontera con California, lo que abría un abanico de posibilidades por su ubicación considerada como privilegiada, y el alcance con un sector multicultural, el ‘town center’ Alameda Otay comenzó su construcción, “Pegamos durísimo ahí, actualmente la plaza tiene vida a toda hora los 365 días del año.

Los hoteles que están ahí tienen una ocupación bastante alta. La vivienda se ha vendido extraordinariamente bien. La Plaza está al 100 por ciento de su ocupación. Ahora estamos edificando un hospital. La segunda etapa pensamos arrancarla en abril de 2020, llevamos un avance del 80 por ciento de la comercialización”, agregó Lorenzen.

En este formato de usos mixtos también se encuentran trabajando Cuatro Ríos, en Culiacán, que lleva un avance del 50 por ciento, y Alameda Juárez, “Estamos muy contentos con este nuevo modelo de usos mixtos porque es un modelo en el que los comerciantes a través de las experiencias que viven a través de vivienda, hoteles y restaurantes, van a poder defender el ‘retail’ contra las ventas electrónicas, que es un tema que viene muy fuerte y eso es lo que busca la gente, experiencias”, expresó Lorenzen.

Después de más de 20 años de liderar la compañía en solitario, con el objetivo de detonar su crecimiento, en 2015 Dieter Lorenzen se asoció con José Luis Flores, quien actualmente ejerce la Dirección General de LOMA Desarrollos.

Juntos han llevado la empresa a ser un referente en la industria desarrolladora por transformar los lugares en los que edifican sus innovadores y funcionales proyectos.

Cabe señalar que Flores, quien por 28 años dirigió empresas de tecnología, desde casi una década antes de su ingreso tuvo participación en la desarrolladora como inversionista, “De contar con 28 integrantes, actualmente su equipo está formado por más de 150 elementos, contamos con desarrollos en nueve estados del país y prácticamente todos sus procesos desde el ‘pull’ de inversionistas, hasta la administración del producto final son realizados por nosotros”, complementó Flores.

Como parte de este crecimiento y potencializar a su talento, en LOMA Desarrollos están haciendo algo que es poco visto entre las compañías, el abrir la posibilidad de que al cumplir con determinadas especificaciones, algunos de sus ejecutivos puedan adquirir un porcentaje del negocio.

En sus 27 años de experiencia en el sector inmobiliario LOMA Desarrollos se ha superado a sí misma como parte de su evolución constante, de construir pequeños edificios de departamentos en nuestro Estado incursionó en la creación de desarrollos comerciales que se han edificado en múltiples ciudades de la República Mexicana, así como desarrollos de usos mixtos en propiedades con extensión de 100 mil m².

Fondo Loma

Ahunado a sus inversiones de “entrada y salida”, cuyo TIR oscila entre 18% y 30% anual en proyectos con duraciones de dos a cuatro años, también ofrecen del tipo Patrimonial, con el que se buscan rendimientos a través de rentas mensuales a partir de un 9% a 12% CAP, esto a través de la administración y renta de espacios en sus desarrollos.

• 50 proyectos desarrollados
• 25 años de experiencia
• 9 estados de la República
• 6 mil 400 MDP de inversión