En estos momentos diferentes, donde nos toca enfrentar no solo a un país, sino a un mundo entero, me siento con la responsabilidad de comunicar a los mexicanos y a los lectores de PLAYERS of life información que venga de las fuentes y personas más confiables, y que nos ayudarán a entender mejor lo que estamos pasando.
Es por eso que en esta edición de junio 2020 busqué al líder de la Confederación Patronal de la República Mexicana, el Licenciado Gustavo A. de Hoyos Walther, quien nos da una entrevista en donde charlamos por medio de la plataforma Zoom de temas relevantes para nuestro país y las propuestas que los empresarios que forman parte de la organización están planteando al Gobierno Federal.
Un presidente por votación unánime
El primer año que el licenciado entra a presidir de manera nacional la Confederación fue en 2016, tras varios años de recorrer todas las posiciones de voluntariado posibles. Desde ese entonces hasta la fecha ha sido reelecto por unanimidad por parte de los presidentes de las cámaras estatales. Gracias a esto 2016, 2017, 2018, 2019 y 2020 han sido años en los que se ha trabajado muy bien con todas las ciudades ya que cada región ha estado en acuerdo con el liderazgo de de Hoyos.
A la par de su faceta como empresario al ser Director General del despacho De Hoyos y Avilés, Gustavo siempre ha estado en el voluntariado profesional en causas empresariales, comunitarias y educativas.
“Estimo profundamente a la Coparmex, creo en su visión, en sus principios, creo que es la organización empresarial que mejor representa el interés del empresario por construir para todos, para construir un bien común no solamente para llevar una agenda legítima empresarial y precisamente por eso es que me he mantenido”.
El Licenciado comenta que la Confederación es una organización en la que se puede ocupar de lo público, sin necesidad de transitar a la vida política, de los temas empresariales, los tratados de libre comercio, la competitividad, los impuestos, la calidad de educación en el país, la vigencia del estado de derecho, la seguridad pública, el medio ambiente.
La misión de esta institución no va solamente para el beneficio de la iniciativa privada, si no que en conjunto apoya a los grupos vulnerables con diferentes iniciativas que realizan o patrocinan en temas de pobreza extrema, desigualdad, vulnerabilidad y todo lo que tenga capacidad de transformación.
En ningún otro país del mundo existe una organización como Coparmex, es la única organización empresarial del mundo que lideró la agenda del aumento salarial, siendo los promotores del incremento del salario en México para que pasáramos de los niveles en donde estaba el salario mínimo, para cambiar y estar por arriba de la línea de pobreza, mejorando la línea de bienestar personal.
Licenciado, ¿qué nos espera a los mexicanos tras esta pandemia y sus consecuencias?
Es, por mucho, la crisis económica más grave que haya vivido esta generación y la previa, a nivel global va a tener efectos más devastadores a nivel económico que la Segunda Guerra Mundial, porque guerra solo hubo en algunos países y pandemia en todos.
La magnitud de daño económico que, además es un daño autoinfligido, siendo la primera vez la humanidad dice “para salvar vidas nos vamos a aislar, vamos a dejar de consumir” y por decisión de nosotros mismos nos causamos este daño económico. No fue una crisis financiera surgida en Wall Street, no fue el petróleo… Fue una crisis autoinfligida porque los gobiernos del mundo nos dijeron que teníamos que dejar de convivir, con las consecuencias que eso tiene en el mercado.
Entonces no hay ningún precedente el mundo, nadie hoy puede decir con exactitud dónde vamos a estar a fin de este año, ya no digo el año próximo. Lo que sí sabemos es que va a ser más grave que cualquier otra cosa que hemos experimentado.
En el caso de México, probablemente va a representar un decrecimiento del PIB del 10%. Para hacer una comparación, si tomamos en cuenta que crecimos en promedio un 2% lo cual nos lleva un crecimiento acumulado en el sexenio anterior de un poco más del 10%, en este sexenio el primer año no crecimos nada. Lo que ahora estamos previendo es que México en este año va a terminar a -10%, -11%, -12%. Significa que todo el crecimiento acumulado que tuvo México de 2012 a 2018 se va a perder en 6 meses del 2020.
Para ponerlo de una manera tangible, si tuviéramos el crecimiento en pilas de billetes, implicaría que quemáramos todos los billetes que ganamos en los pasados 6 años en 6 meses, esa sería la dimensión decrecimiento.
Como país nos vamos a tener que reinventar, sabemos que algunas actividades económicas van a desaparecer o van a mutar de una manera increíble, que vamos a tener que generar nuevos productos, nuevas formas de fabricarlos, nuevas maneras de brindar servicios relacionados con nuestros clientes para poder sobrevivir y entonces, creo que este desafío lo vamos a tener todos, desde el taquero o la mayor cadena de restaurantes, el pequeño taller de soldadura o la gran instalación industrial, no va a distinguir de tamaños ni de sectores, mucho menos si el origen de capital sea nacional o extranjero, habrá ganadores y perdedores.
Viene una época tremendamente retadora y habrá que buscar cómo aprovecharla, un cambio de época dirían algunos incluso, hay un gran desafío para las empresas sobre todo de poderse mantener operativas de poder seguir cumpliendo con su tarea y el que no se transformaba desaparecer eso es absolutamente un hecho.
Dentro de todas las crisis que vayamos a experimentar, la cara más dolorosa, inmediata y evidente es la crisis del desempleo. La información oficial nos dice que entre marzo y abril se perdieron, según el Seguro Social 685,840 empleos formales. Esto supera ya todo lo que se había creado en 2019 multiplicado por 2.
Nuestros cálculos es que al terminar mayo si no hay una medida como la que estamos proponiendo del Salario Solidario tendremos 1.3 millones de empleos perdidos, estamos perdiendo 1 empleo cada 8 minutos. Como esperanza nos queda que como ha ocurrido en otras crisis, los empleos que desparecen, se encuentran en otros lados, pero hay que estar conscientes que esto va a tomar tiempo.
¿En qué consiste la iniciativa Salario Solidario?
Dentro de muchas cosas que está viendo la Coparmex tal vez la más relevante en materia de cómo contener la crisis del COVID-19 en la parte económica es apostándole a medidas para que las empresas no liquiden salvo que sea último recurso trabajadores y para ello la hemos planteado. Lo más importante hoy es que las personas no se queden sin trabajo. Sin embargo, tenemos un Presidente de la República que dice que la empresa que quiebra es problema del empresario. A lo mejor cuando quiebra una empresa sí, pero cuando quiebran muchas es porque hay una situación y hay una problemática. Hasta hoy (21 de mayo 2020) van 196,767 patrones que se han dado de baja solamente en abril.
El Salario Solidario es la estrategia para conservar los empleos de los mexicanos ante esta crisis, una propuesta de la Coparmex en donde una parte de la remuneración la ponga el patrón, una parte la ponga el gobierno y una parte la ponga el trabajador en cuanto a bajar sus expectativas de remuneración y prestaciones. El costo máximo que tendría que incurrir el gobierno para implementar esta medida durante un mes es de $95,183 millones de pesos.
La aportación del gobierno fue calculada garantizando progresividad. Pueden conocer más a fondo esta propuesta en cuando a la investigación de dónde podrían salir los fondos por parte del gobierno para cubrir este gasto, los cómo y el tiempo que propone la Coparmex en www.coparmex.org.mx, esta propuesta se le presentó al Presidente de la República a mediados de mayo 2020 de manera formal y con anexos, y pues ha habido como el clásico oídos sordos y ojos ciegos, no hemos tenido respuesta por parte de él o su gabinete. No hay ningún agente económico que pueda hacer tanto como lo podría hacer el gobierno, por su dimensión, por su instrumentos regulatorios, por sus instrumentos de finanzas públicas, es el único actor que tiene la escala suficiente para cambiar la historia a nivel país.
A usted que le ha tocado estar al frente de la Coparmex desde el Gobierno de Enrique Peña Nieto, ¿considera que hubiera sido diferente la atención que se le hubiera dado a lo que estamos pasando hoy 2020?
Considero que si hubiera sido diferente, primero porque han habido malas decisiones de política pública que pusieron al país a la baja desde 2019. El Aeropuerto, Dos Bocas, el Tren Maya, todas las torpezas que han ejecutado lograron la hazaña de que el país dejará de crecer, entonces tienen ahí una parte de responsabilidad que ahora no se pueden escudar con el tema COVID-19.
Es evidente que la responsabilidad por esta crisis originariamente no es del Gobierno Mexicano porque es una pandemia que llegó de fuera, pero si son los culpables absolutos por omisión deliberada de que se estén magnificando los efectos de la crisis. Cada día que ocurre sin que se tomen las medidas que se han recomendado por el censo en conjunto, por la Coparmex y por muchos otros, esta vacilación se transforma en más empleos perdidos, más daño económico.
Entonces, ¿qué pasaría si en México hubiera un Presidente distinto?
Pues no lo sé con exactitud, pero creo que casi cualquier otro hubiera tomado medidas mucho más razonables, mucho más informadas y mucho más enfocadas al bien común.
Hablando de temas de inseguridad, ¿hay negocios que ya hayan sido víctimas de delincuencia por esta etapa? ¿Las estadísticas indican que aumentará?
El 2018 fue hasta ese año el peor en materia de seguridad y 2019 empeoró todavía más y en el 2020 a excepción del homicidio que tuvo una estabilización en el último mes, los demás delitos digamos de violencia se han agravado en lo que va del mes. Es decir, la estrategia de seguridad del Presidente López Obrador y su equipo no están funcionando, no están dando resultado. Están volviéndose cobardes para enfrentar el crimen organizado, como nunca antes el crimen organizado hace lo que quiere en casetas, zócalos o centros de las ciudades pequeñas y medianas porque tenemos un mando acobardado.
Tenemos un Presidente que dice que él no va a perseguir los capos, que saluda a la mamá de uno, excusándose en que todos somos mexicanos. Entonces cuando el líder se acobarda, la tropa no pelea.
Eso pasa en los ejércitos, en el fútbol americano y pasa en el gobierno y hoy como dice la Constitución, el Jefe Supremo del Ejército está acobardado, no está tomando decisiones, no está enfrentando al enemigo, el Ejército y la Marina tienen todo nuestro respaldo y nuestro reconocimiento pero actúan en base a órdenes y si la orden es dejar de hacer, de dejar pasar o simplemente contemplar pues es evidente que los resultados son los que estamos viviendo. Así es que el tema de preocupación por seguridad ojalá ya se decida ya actuar y no ser tolerantes ante un hecho de esta relevancia.
En la opinión de los afiliados de la Coparmex, ¿cómo ven que estamos manejando el tema del confinamiento en México?
Por parte del gobierno federal con gran torpeza, porque para empezar el Presidente cuando ya teníamos algunos muertos, decía que nos abrazáramos y que el distanciamiento en un mito de los liberales, andaba de gira, la verdad es que es una vergüenza internacional y una tragedia local tener un liderazgo en las instituciones tan limitado, tan desprovisto de capacidad asertiva y sobre todo de capacidad para llevar al país en un camino correcto ante un reto así no todo es los elementos materiales, también es importante cuando la población identifica que hay un líder comprometido, entendido y que se pone por delante de todo un país.
Lo que estamos haciendo es ante la negación de no escuchar las voces de otros tratando de encontrar caminos de colaboración de empresa a empresa o a través de los gobiernos locales y municipales porque no podemos resignarnos a que esas decisiones erráticas por parte del Presidente vayan a generar un daño autoinfligido mayor que el propio país.
¿Cuáles serían 3 aprendizajes que la pandemia le deja a los empresarios mexicanos?
El principal aprendizaje es como seres humanos antes que como empresarios y es el valor de lo básico, el valor de poder abrazar a los amigos, el poder convivir con ellos, el poder darnos la mano, lo que damos por hecho y qué ahora añoramos.
Yo creo que el valor de la convivencia humana, esta privación de ella nos está haciendo sensibilizarnos de lo importante que es poder abrazar a alguien, besar a alguien en la mejilla, el dar la mano, verlo de cerca los ojos y sentarte junto a alguien en una barra creo que es el principal aprendizaje que va a redimensionar como seres humanos más allá que cualquier otra circunstancia económica o empresarial.
Dicho lo anterior, en el ámbito empresarial creo que nos deja un aprendizaje de la gran interdependencia que tenemos como ecosistema económico, que tenemos de nuestras cadenas de clientes, de proveedores de nuestra responsabilidad hacia la sociedad porque desde empresario más rico, a la empresa mejor montada, nos ha enseñado que si no está bien tu comunidad, si no están bien tus clientes, si no pueden producir eficazmente tus proveedores, de nada te sirve tener una gran empresa, es el aprendizaje de la interdependencia.
Yo creo que esto va a detonar que muchas empresas repiensen cómo se relacionan con todo su entorno y van a hacer que puedan volver a repensar que una empresa de todos los tamaños tiene la responsabilidad con sus clientes y proveedores, con el gobierno, con el medio ambiente. Reinventarse o morir era aceptado universalmente en el mundo empresarial ahora me parece más válido que nunca.
Yo diría que reinventarse todos si queremos sobrevivir, si no se va a cumplir la teoría de la evolución que decía Darwin y los entes más débiles van a perecer y los mejor estructurados para reinventarse o evolucionar son los que van a sobrevivir. Más allá de capacidades financieras, más allá del número de personal, de los edificios, reinventarse va a ser la prioridad.
Un tercer aprendizaje sin duda tiene que ver con la responsabilidad que tenemos con el bien común, yo creo que nos ha demostrado cuál relevante puede ser la acción empresarial para transformar la vida de otros y entonces las empresas tenemos que desarrollar más capacidades y dedicar más recursos para comprometernos socialmente más allá de las oportunidades que esas hay que obtenerlas porque o si no, no se puede hacer nada más.
Creo que las empresas y sus dueños o inversionistas estamos entendiendo que tenemos que hacernos cargo, que tenemos que asumir tenemos que adueñarnos del destino de nuestra colectividad.
Yo creo que no habrá después de esto ninguna empresa que no se preocupe más por la salud de su comunidad, de sus trabajadores, no habrá ninguna empresa que no revalore la importancia de tener la lealtad de sus clientes con base en el producto y servicio de calidad.
En el corto plazo sin duda vamos a tener una catástrofe económica, no hay duda que van a desaparecer muchas empresas, que se van a perder cientos y miles de empleos. No hay manera de no esperarlo, pero también creo que es una gran oportunidad para la evolución, para un salto cuántico que concilie la productividad en las empresas, la competitividad sistémica dentro de una región o un país y el bien común del bienestar.
Ahí yo creo que en ese equilibrio o en esa pirámide está el futuro de las sociedades yo creo que como ha ocurrido con las nuevas tragedias con las guerras, los erremotos o con las pandemias es cuándo se dan sus brincos en la humanidad y yo estoy convencido que en algunos años, no sé cuántos, vamos a ver el saldo final de esta pandemia y creo que en términos evolutivos será favorable para el planeta.
