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marzo 28, 2024

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Maguie Quintero

Por

Lo desconocido y diferente, fue lo que a los 8 años, llevó a Maguie a incursionar en el mundo del running. Desde ese momento, encontró en este deporte un pasatiempo que la llevaría a recorrer kilómetros, cumplir metas, y romper récords.

Apesar de ser una persona que siempre eligió el deporte, Maguie decidió tomarse un descanso en 2008, año en que entró a la universidad, conoció nuevos amigos, salió de fiesta, se enfocó en tareas y trabajo; y dejó por un lado la vida deportiva por un rato.

En 2013, 5 años después, retomó su estilo de vida saludable, regresó a hacer ejercicio, a correr y desde ese momento se ha enfocado a mejorar año con año su versión.

Para la corredora, como para todos los deportistas que buscan superarse constantemente y romper sus propios récords, la rutina es parte indispensable para lograrlo. “En un día normal, duermo aproximadamente siete horas. En cuanto a entrenamientos, a veces corro por la mañana y otros días por la noche, todo depende de cómo siento las piernas al despertar o la agenda del día. Los días marcados como “recovery”, me hidrato para poder empezar a entrenar, y si son repeticiones fuertes, me como un pan con crema de avellana y plátano”, explica

Dentro de un estilo de vida saludable, la importancia de llevar una alimentación balanceada para un óptimo rendimiento es alta, por lo que Maguie se toma el tiempo de preparar sus alimentos para su jornada diaria. “A la oficina suelo llevar colaciones para evitar caer en tentaciones o comer antojos que puedan estar a la mano. Los snacks pueden varias entre piña, edamames, espinacas o alguna cosa similar.

Por otro lado, Maguie, con la fuerte convicción de no perder de vista su rutina, procura dejar las reuniones para los fines de semana. “Intento dejar las convivencias con mis amigos para el fin de semana, la única que no dejo pasar porque me llena de energía es “lunesito” con mis amigas”, menciona mientras ríe un poco.

Correr se ha convertido en un estilo de vida para Margarita y una experiencia que logra sentir en cada carrera que realiza. “Pienso que una carrera es un símbolo importante de la vida misma; existen las buenas y aquellas en las que te llevas miles de aprendizajes. Al correr, siento como mi cuerpo se alimenta de lo que la mente le dice. Es decir, si me he alimentado de energía positiva, convivencias enriquecedoras y gratitud, la carrera es un deleite; sin embargo, existen ocasiones en las que se presentan circunstancias que te retan, pierdes de vista el enfoque y esto trae consigo el gran reto de no rendirte por más que esto cueste”, explica.

Las personas que conocen la disciplina que requiere lograr a tener marcas como la de esta corredora, saben el trabajo necesario de preparación física y mental que implica esto. “Mi entrenamiento físico consiste en tres días de recuperación, dos de repeticiones y uno de distancia, complementado con algunos días de natación. Para prepararme mentalmente, que podría también entrar dentro de lo físico, asisto a bikram yoga, momento del día en el que trato de despejar mis pensamientos, concentrarme en lo realmente importante y liberar las cargas que pueda traer cargando”, relata.

Todo el esfuerzo previo, los entrenamientos, sacrificios, y más, van enfocados a un solo momento final: cruzar la meta. Este momento que podría tomarse como cuestión de segundos, para un corredor es un instante lleno de sentimientos. “Al cruzar la meta final me invaden los sentimientos, siento gran satisfacción, felicidad y nostalgia simultáneamente. Si has invertido mucho tiempo de preparación, los recuerdos de los sacrificios que tuviste que hacer para cumplir tu objetivo te llegan por montón; los días que sumaste esfuerzos para que se llegara ese momento. Este particular instante, es algo muy propio de cada corredor”, narra.

Como todo éxito, existe un camino de retos superados. “En 2017 sufrí una lesión en la que tuve que dejar de correr un mes, los doctores no estaban muy optimistas de que pudiera correr un maratón, y aunque ir contra marea no siempre es benéfico, en esta ocasión resultó en un récord personal por 8 minutos”, explica.

“En 2018 sufrí nuevamente una lesión, traté de ser consciente, y a pesar de los compromisos que ya tenía, así como el viaje programado acompañada de mi familia, decidí no correr el maratón para poder seguir corriendo por muchos años más. Hicimos el viaje y hasta fuimos voluntarios en el evento, pude vivirlo desde otra perspectiva.”

“Por otro lado, siempre tuve temor a correr bajo la lluvia, y fue en Washington, con pronóstico de 100% de lluvia todo el maratón, que tuve que enfrentarme a él. Equipada con calcetines de lluvia para resistir el mayor tiempo posible con los pies secos, guantes, impermeable, y la ropa de siempre que es unos shorts y blusa corta; corrí esta carrera. Me sentí libre, con fuerza, sin más temor a vivir esta experiencia, simplemente me dejé llevar. Sin duda, este ha sido uno de los mejores maratones que he tenido la oportunidad de realizar”, concreta.

El sacrificio y dedicación de Maguie Quintero, no han hecho más que motivar a más de un par de personas a empezar a entrenar, a romper sus récords y conseguir cumplir su sueño de cruzar una meta.

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