PLAYERS_OF_LIFE_LOGO_22
abril 23, 2024

, ,

Omigoto, el nuevo “must” de la gastronomía asiática

Por

Andrés Preciado es un joven creativo cuya pasión es la generación de marcas y experiencias únicas para la sociedad tapatía. Es un emprendedor que ha sabido combinar su carrera profesional, el emprendurismo y ser padre para alcanzar sus sueños.

Sus proyectos “Le Garraf” y “Omigoto Nigiri To Go”, llevan ese sello que lo distingue: ideas y conceptos innovadores.

Players tuvo la oportunidad de tener una amena charla con él, donde nos contó acerca de su interesante propuesta de comida y bocadillos japoneses a domicilio:

¿Cómo nace el concepto de Omigoto?

La idea surge desde hace mucho tiempo. Mis socios y yo vimos un área de oportunidad muy grande en la comida japonesa, en los bocadillos, en los nigiris. Hubo algunos negocios que lo empezaron a hacer aquí, pero no tenían una base sólida, ni una expansión, ni un branding fuerte.

Casualmente, en el tiempo en el que ocurrió este boom se desocupó un local que está a un lado de Le Garraf y nosotros lo teníamos desde hace tiempo. Habíamos intentado con un par de propuestas con aguas naturales. Pero luego lo cedimos y tiempo después, regresó a nosotros justo cuando yo estaba intentando mejorar la experiencia del nigiri a domicilio en la ciudad.

Yo quería hacer un nigiri que fuera práctico y que fuera un costo-beneficio justo: un nigiri de calidad a un buen precio. Íbamos a meter desde el inicio rollos que complementaran la experiencia porque la gente está acostumbrada a comer rollos, pero los bocadillos es un tema un poco más especializado.

Con el local desocupado y la idea de meter algo japonés, invité a unos socios que son mis primos y actualmente tienen una cadena de sushis que se llama Sushi Nori para que ellos operaran el negocio de un sushi de primera calidad. Yo me encargué de todo el desarrollo de la marca.

¿Qué siginifica el nombre?

Omigoto en japonés significa “bien hecho”. Entonces intentamos que las cajitas fueran padres porque queríamos tener mucha consistencia en esa parte.

Como su nombre lo indica, Omigoto Nigiri To Go, nuestro fuerte es el servicio a domicilio y queremos posicionarnos como un servicio Premium de este tipo. Sabemos que no es un servicio económico pero es un nigiri práctico y de calidad.

Bento box es nuestro producto estrella, es lo que ha hecho a Omigoto especial y más deseado por la gente. ¿Qué incluye? Tres pares de nigiris, un rollo, amames, una ensalada y yakimeshi. Tiene un precio promedio de $300 pesos y lo pides con hamachi que es el pescado más caro.

¿Qué diferencia tenemos con los demás?  El empaque. Somos un sushi sustentable y un proyecto que está comprometido con el medio ambiente, porque te llega tu cajita y no tienes que ensuciar cubiertos, vajillas, ni nada. Te lo puedes comer ahí y después la tiras. Te llega una sola caja, a diferencia de otros lugares donde te entregan una bolsa con varios contenedores.

Nosotros tratamos de cuidar mucho eso  y buscamos integrar todo en un solo lugar. Usamos cartón de grado alimenticio, procuramos usar muy poco plástico y el unicel lo eliminamos por completo. Esas son cosas que quieras o no, la sociedad cada vez valora un  poco más, crean más valor.

En Omigoto nos la pasamos innovando constantemente con rollos, con nigiris. Nuestra intención es tropicalizar el nigiri en México. ¿Por qué no meter un nigiri con una salsita sarandeada? Ese es el valor agregado, la innovación. El reinventarse o morir.

Esto lo hemos hecho muy bien en Le Garraf con las cazuelitas de chamoy y poner otros complementos. En este proyecto el reto es siempre estarse reinventando porque la gente se enfada de lo mismo.

Queremos posicionarnos como la opción más fancy en servicio a domicilio de comida japonesa. No es un nigiri barato pero tampoco es caro. Es un producto  que está en un punto intermedio pero queremos que la gente al ver la cajita, al vivir la experiencia, lo pague.

Por otra parte, el local es un lugar práctico. Tiene una arquitectura muy padre, el arquitecto que lo hizo se llama Javier Rosales, el mismo que hizo el JUNIKO en Andares, este restaurante japonés. Es un proyecto simple en pocos metros y nuestra intención es replicarlo. Tenemos ya varias solicitudes de franquicias en algunas ciudades de la república, como Monterrey, Zamora, Morelia,  entre otros.

Omigoto ha gustado mucho por la practicidad y por esa experiencia de la Bento box en la que el producto te llega empacado tan bonito.

Te platico una anécdota. En una ocasión, vino una persona que le quiere inyectar capital al proyecto y se llevó unas cajitas a su casa. Las puso en la mesa sin decirle nada a su esposa y cuando llegaron ella y sus hijos, le preguntaron: ¿qué es eso, es una caja de regalo? ¡Está increíble! Y al abrirlo se encontraron con los nigiris. Entonces la experiencia de la marca, de este branding y este momento de consumo es especial.

¿Por qué apostar por la comida asiática? ¿Se está convirtiendo en tendencia en Guadalajara?

Sí. Definitivamente hay una tendencia mundial. Nos inspiramos en algunos lugares de Los Ángeles y de Nueva York. Hay una demanda muy fuerte de comida asiática, lo hemos visto con cadenas muy grandes aquí en nuestra ciudad. Nosotros quisimos ofrecer un buen nigiri a un precio justo en una experiencia de empaque distinta a lo convencional.

¿Qué va a encontrar la gente que visite Omigoto?

Primero que nada, va a encontrar una experiencia distinta. Va a encontrar un marisco más fresco, un pescado de primera calidad e innovación. No va a observar lo mismo de diario. Con nosotros hallará un diferente handroll,  un nuevo especial cada semana.

Además de unas redes sociales muy cuidadas, una marca con mucho diseño, con su propia alma y filosofía.

Desde que nacimos quisimos ser algo bien hecho desde sus raíces, partiendo del arquitecto que hizo el proyecto, la carpintería dentro del lugar. Intentamos que todo sea muy bien cuidado. Eso es nuestro diferenciador: somos una marca comprometida que tenemos la intención de cuidar a nuestro planeta y ser muy prácticos.

¿Qué fue lo que te motivó a emprender primero en Le Garraf, y ahora con este proyecto?

(Se ríe) No soy alguien que pueda estar quieto y en una oficina. Soy muy libre y siempre tengo ganas de inventar, de tener mi propia trayectoria. Yo soy quien aporta la parte del branding, de ese diferenciador y desde el principio desarrollé esa parte creativa para crear esas marcas.

Me apasiona la parte creativa y no me hacía metido en una oficina, entonces decidí volar yo solo e intentar propuestas diferenciadas como lo han sido otros proyectos que he desarrollado, como “Cotidiano”, “Tacos Piropos”. Yo le puse el nombre a “La Docena”, por mencionar algunos.

Desde un principio me gustó el tema del apellido de la marca, generar valores agregados y por eso decidí emprender. Naturalmente tuve que labrarme mi propio camino y ahorita mi intención también es en un futuro crear cosas para mí, como ahorita con Le Garraf y Omigoto.

¿Recuerdas alguna anécdota o dificultad a la hora de emprender?

(Sonríe) Uy pues sí. Le dicen el “emprendinfierno” a este mundo.  Me encontré sobre todo con mucha negatividad. Comentarios del tipo: ¿Cómo es posible? ¿Cómo le vas a hacer? No creo que pegue.

Con Le Garraf tenemos una anécdota muy ilustrativa: nos pusimos en un lugar en el que la gente que nos decía: es que no hay estacionamiento, han quebrado todos  los negocios que se han puesto ¿cómo nieves de garrafa?

Pues bueno, llegamos con un producto diferenciado desde el inicio. Como siempre he dicho: con las patas del animal bien alineadas. La mercadotecnia, un  buen producto, un buen manejo y administración. Empezó a caminar todo alineado y en contra de todos los pronósticos. Entonces creo que si tienes bien alineada tu misión y visión la vas a romper.

Además de lo que nos comentas ¿Cuál crees que ha sido la clave de tu éxito?

Es no desesperarse. Muchas veces la vamos a regar hasta conseguir ciertos éxitos y más cuando somos emprendedores y estamos en el mundo de los alimentos y bebidas. Entonces es tener paciencia y saber que el fracaso es parte del camino y vamos aprendiendo de los errores sobre la marcha y eso nos va ayudando a no cometerlos otra vez. Vas aprendiendo con quién asociarte, cómo dar valor. Hay que entender qué es lo que quiere la gente y eso hay que dárselo.

Con Omigoto teníamos el local listo desde hace mucho tiempo y la gente llegaba pidiendo que ya lo abriéramos, nos decían que les urgía conocer las vento box. Pero no, decidimos esperarnos hasta tener un producto diferenciado.

Un amigo me dio un consejo cuando le pedí su retroalimentación de nuestro negocio y me dijo: “¿Sabes cómo se me hizo? En alimentos y bebidas nunca puedes y nunca debes dejar de mejorar, así que se me hizo muy bueno pero ese es mi consejo: no dejar de mejorar”.

¿Cómo logras combinar estas dos facetas, ser emprendedor y aparte hacer el branding para otras marcas?

En mi caso en particular, al ser mi ramo un tema de emprendimiento creativo lo puedo combinar siempre muy bien porque ya tengo la fórmula.

Mis trabajos de branding son on demand, entonces lo que yo hago es formar equipos multidisciplinarios según el perfil de la marca que desarrolle y me da tiempo para atender mis otros emprendimientos.

Me gusta mucho aportar esa creatividad que he desarrollado en mis negocios y aquí me vas a ver inventando cosas.  Igual que en Le Garraf intento aportarle mucho. Lo que yo hago en mi core business es lo que yo aporto en mis emprendimientos. Para eso me invitan a los emprendimientos, para ayudarles con todo el branding y la mercadotecnia. Aprendemos ahí a balancearlo bien. Ha sido fácil complementar mi negocio actual con mis emprendimientos.

¿Qué planes tienes a futuro? 

Queremos replicar la marca de Omigoto. Tenemos la intención de abrir mínimo cuatro locales en Guadalajara entre este próximo semestre y el año que viene. Para que sea negocio tienes que tener al menos tres unidades.

Somos muy de la filosofía de fortalecer  la primera sucursal antes de crecer, entonces lo vamos a hacer muy despacio. Pero sí me veo como una opción revolucionaria del servicio domicilio con una experiencia japonesa. Hay muchas áreas de oportunidad en los corporativos, en las oficinas.

¿Tienes algún consejo para los jóvenes que están empezando a emprender?

Que no se rindan. Que se animen a intentarlo y que busquen mentores, porque eso es muy importante. Un emprendedor tiene que tener mucha paciencia. Guadalajara es un mercado difícil, pero hay muchas maneras de que puedan apoyar y fondear sus proyectos. Yo los invito a que no se desanimen. Siempre las que parecen ser las ideas más tontas suelen ser las más brillantes.

A nosotros que tenemos un camino más avanzado, nos revolcaron las olas muchas veces. Nos costó mucho, pero también muchas veces no sabemos pedir un consejo adecuado.

Además, si son casados, que toquen base con la esposa. Siempre es un apoyo muy importante que tenemos ahí en casa, nos ayudan a validar los proyectos.

Por último, les recomiendo que tengan visión a largo plazo, que empiecen en chico para después poder construir desde dentro hacia afuera.

 

 

 

 

Suscribete a nuestro

NEWSLETTER

+DESTACADO