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abril 24, 2024

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Nayeli Perez Negrón: Entusiasta de la empatía

La historia sobre una familia que decidió trascender el duelo a través de la creación de una asociación que ha apoyado a más de dos mil niños de familias de bajos recursos con tratamientos en contra del cáncer

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La asociación Luchando por Ángeles Pequeños (LPAP) cumple siete años de ayudar a familias de niños de toda la República Mexicana con cáncer de escasos recursos a través de los diferentes programas que apadrinan desde gastos médicos, medicinas, tratamientos, estudios, hasta trasplantes para los pacientes.

Fue en el 2015 cuando Nayeli Pereznegrón se inspira en su propia experiencia como mamá de un niño con cáncer, su hijo mayor Luis Pablo Aguilar Pereznegrón, y decide crear una asociación civil sin fines de lucro que brinda las mismas oportunidades y accesos a tratamientos que tenía su hijo a niños enfermos que no contaran con las posibilidades económicas.

“Tuve la fortuna de casarme con un hombre muy empático que siempre está viendo cómo ayudar, sobretodo en el lado empresarial, lo que hizo que uniéramos muy bien nuestros talentos porque yo siempre estoy preocupada por el más necesitado”, menciona la fundadora sobre su esposo, Luis Aguilar, quien la ha apoyado en todo momento para emprender la causa.

“Creamos la asociación en agradecimiento por todas las oportunidades que Luis Pablo tuvo; después de que falleciera decidimos continuar el proyecto en su memoria”, menciona la madre de tres hijos.

Nayeli considera que se siente agradecida por ser un instrumento para canalizar a todos los apoyos que LPAP ahora otorga, además menciona que la asociación se sustenta en base a los que de alguna u otra forma colaboran con el proyecto.

“Creo que ahí yo solo soy el corazón pero hay muchas cabezas, muchas manos, muchas mentes brillantes que nos han ayudado a que esto crezca, yo me siento muy agradecida porque yo sola jamás habría podido hacer esto, es un trabajo en equipo”, agrega la fundadora.

Ayuda de ejemplo

Nayeli comenta que LPAP tiene como misión no solo atacar a la enfermedad, sino también, atacar a la pobreza que afecta a dichas familias. Son diez los programas con los que cuenta la fundación, entre ellos se contemplan despensas, subsidio de transporte, quimioterapias, medicamentos, estudios médicos, estudios previos a trasplante de médula ósea, entre muchos otros más apoyos.

“Nos dábamos cuenta que los niños a veces no tenían lo más básico que es la nutrición, entonces era imposible que le fuera bien en el tratamiento en contra del cáncer si para empezar no estaba bien nutrido”, menciona.

El proceso que LPAP realiza para la selección de pacientes beneficiados de 0 a 20 años contempla un estudio socioeconómico que determina si se es candidato para recibir los beneficios de sus programas, además, la fundadora comenta que cuentan con la certificación de Institucionalidad y Transparencia 2020 con calificación óptima que otorga el Centro para la Filantropía en México.

Escritora resiliente 

Nayeli Pereznegrón se graduó como licenciada en derecho con especialidad en derecho internacional de la Universidad de Liverpool en Inglaterra, sin embargo, la abogada tomó un giro en su carrera al darse cuenta de que la historia que había sobrellevado debía ser contada, por lo que en el 2018 publicó su primer libro titulado “Todo va a estar bien”, lo que le permitió dar conferencias para dar a conocer la asociación.

A principios del presente año Nayeli lanzó su segunda publicación: “El dolor lo cambia todo”; medio que le permite hoy en día llegar a más audiencia pues la escritora acaba de concluir una gira que la llevó a Estados Unidos, Italia y todo México para promover su reciente libro.

“Creo que a todos nos ha tocado lidiar con algún tipo de cáncer con nuestros familiares y amigos; lamentablemente el cáncer es parte de nuestra vida, entonces una manera de agradecer es ayudando, por eso más que invitarlos a ayudar los invitaría a formar parte de las personas que estamos agradecidas por tantas bendiciones, que se acerquen a nosotros pues hay muchas formas de ayudar”, menciona la escritora.

Nayeli concluye que el dolor que alguna vez sintieron como familia se ha transformado en empatía y que es ese uno de sus motores para seguir luchando con el fin de ayudar a cada vez más niños que lo necesitan.

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