La gastronomía ha sido parte fundamental de la vida de la chef Paulina Gómez, una chica apasionada por la comida que desde pequeña alimentó la curiosidad que le generaban los platillos que su abuela preparaba y comenzó a jugar y modificar las recetas. Con el tiempo, esa pasión la llevaría a la cocina de varios restaurantes de Guadalajara y Quintana Roo.
Pero fue cuando se convirtió en maestra de inglés del Colegio México Irlandés, que se le ocurrió una idea que cambiaría su vida por completo. Siguiendo a su corazón y espíritu foodie, empezó a dar talleres de cocina para niños y posteriormente, desarrolló un proyecto para crear su propio servicio de catering para eventos llamado Bajo Fuego Taller & Catering.
La innovación, el gusto por la comida y el constante aprendizaje son cosas que caracterizan a Paulina Gomez, quien además de ser licenciada en Administración de Empresas Culinarias, estudia la especialidad de sommelier.
Clientes de la talla de Marc Anthony, Mont Blanc, PreMaco y Albergue Transitorio han degustado las deliciosas creaciones de Bajo Fuego Taller & Catering.
Cuéntanos cómo empezó tu gusto por la cocina y lo que te llevó a convertirte después en chef:
Mi primer acercamiento fue de niña, cuando mi abuela paterna preparaba un pay de fresa exquisito. Después mi papá me consiguió la receta, pero hasta ahora ninguna de mis tías, mis primas, ni yo, hemos podido hacerlo como ella. En casa, Chelita cocinaba todos los días, y había algo en sus preparaciones que no encontraba en ninguna otra casa ni en restaurantes. No entendía por qué, si distintas personas seguían la misma receta, los platillos sabían tan distinto. Mi padre fue quien me impulsó a perseguir un sueño que sólo existía en mi inconsciente.
¿Qué te motivó a abrir tu propio taller de catering y cómo fue que lo integraste?
Mis años en la industria restaurantera me dejaron la mejor escuela que pude haber tenido, aunque en ése momento no tenía la madurez para llevar a cabo todos los sacrificios que conllevaba esta profesión. Me alejé por completo, e incursioné en la docencia. Mis alumnos de 10 y 11 años de edad me cuestionaban sobre la gastronomía, hablaban sobre sus intereses de convertirse en grandes cocineros algún día, y decidí abrir un taller para niños, algo que disfruté muchísimo.
Poco a poco fui abriendo talleres para amigas, conocidos y me fui reconectando con mi gran amor: la cocina. Empecé a servir en los cumpleaños de mi mamá, montaba barras de comida en mis fiestas, y fue así que descubrí hacia dónde quería dirigir mi vida.
Gracias a las sugerencias de mis amigas comencé a verlo como una buena oportunidad de negocio y me arriesgué a emprender.
¿Cuál podrías decir que ha sido el mayor reto de estar al frente de un negocio como Bajo Fuego Taller & Catering?
El mayor reto ha sido dejar el ego a un lado. Cuando apenas empezaba, el temor a fracasar me frenaba, me mantenía en un constante estado de congelación. No me atrevía a tomar riesgos, a proponer lo que yo quería ofrecer de verdad. Tenía toda la teoría, mucha práctica y grandes mentores a lo largo de mi vida, pero muchas veces trabajaba sin estar convencida, ni satisfecha con lo que estaba haciendo.
Con el tiempo me di cuenta que la preparación te da una herramienta poderosa: el conocimiento. Pero también aprendí que no hay peor fracaso que el miedo al intento. Ha sido un torbellino de emociones, por supuesto, y a veces sigo dudando de decisiones, de propuestas, pero ya no me congelo. Cada vez que me encuentro dudando, me pongo a trabajar, y a transformar el ego en un impulso para hacer feliz a alguien con Bajo Fuego.
¿Para qué tipo de clientes trabajas? ¿Atiendes únicamente eventos privados o qué otros servicios ofreces?
Nuestros clientes generalmente están celebrando algo. Servimos en eventos que son importantes para ellos, como pedidas, bodas civiles, bodas religiosas, baby showers, cumpleaños, bautizos y en primeras comuniones. Me gusta mucho tener contacto directo con mis clientes para poder conocer qué es lo que están buscando y proponerles algo personalizado; e igualmente trabajamos de la mano con planners.
También servimos en eventos para políticos, empresarios, corporativos, marcas y agencias especializadas.
Los alimentos los servimos en barras, al centro, por tiempos, al plato, barras de fiambres, e incluso, con maridaje. Los servicios que ofrecemos son: desayuno, brunch, comida, cenas, catas de vino, canapés y también impartimos talleres de cocina. Tenemos unas cajas de quesos premium para compartir, perfectas para regalo y, por supuesto, para disfrutar con un buen vino en casa.
¿Cómo es un día de trabajo para Paulina Gómez?
Con mi café en mano, salgo a partir de las 7 de la mañana a escoger todos los productos frescos para el servicio que vamos a tener en el día. Después, llego a terminar las preparaciones que el equipo de Bajo Fuego Taller & Catering ha estado trabajando para el evento y juntos empacamos, cargamos camionetas y ¡nos vamos a trabajar!
En servicio, terminamos los platillos, montamos los alimentos y en todo momento estamos al pendiente de nuestros comensales.
Al final, recogemos, limpiamos y nos vamos a descansar. Claro, si es que no hay otro servicio. Porque cuando tenemos más de un evento al día, generalmente estoy en la producción de todos y procuro acudir al servicio del que tenga el menú más complejo.
Duermo poco (se ríe) y en temporadas altas como todavía menos. Mis horas de sueños y alimentación se descontrolan en días de trabajo. Creo que me hace falta ser más exigente conmigo misma en esa parte.
Cómo buena foodie tapatía, ¿cuál es tu platillo favorito?
Mi platillo favorito tapatío es la carne en su jugo. Y creo que si hablamos de un platillo en general, elegiría la Pizza Margherita.
¿Cuáles son las tendencias del catering a nivel nacional e internacional?
Las barras o estaciones de comida son muy prácticas y visten un evento. Proponen variedad, se prestan para darle gusto a todos los invitados y puede convertirse en algo temático.
En el mercado internacional tienen tendencias padrísimas en el tema del vino. Hay más apertura en el maridaje, inclusive en eventos de charoleo, donde van cambiando el vino según los platillos. Considero que aquí en México nos hace falta crecer más en ese tema.
¿Cuáles son tus planes a futuro?
Eventualmente pretendemos crecer para ofrecer el servicio de banquete y expandir el proyecto a nivel nacional. Ya existen algunas colaboraciones con chefs y eventos en otros países. Vienen muchas sorpresas en el tema de la comida y alrededor del vino.
¿Qué consejo le darías a quienes quisieran emprender en la industria gastronómica?
Es importante que se acerquen al medio, que trabajen en la cocina de restaurantes, hoteles, banquetes, que adquieran experiencia de meseros, hostess, capitán; que observen y conozcan al comensal.
También que experimenten en casa, que conviertan a sus amigos y familiares en sus invitados, que los atiendan y que escuchen la retroalimentación con objetividad y respeto.
Les diría que se preparen, estudien, lean y siempre tengan hambre de conocer y probar más. Tienen que arriesgarse con la experiencia que han adquirido como comensales a lo largo de su vida, convertir sus viajes en fuente de conocimiento, empaparse de las normas de higiene y conocer bien los productos que van a utilizar.
Éste es un medio celoso, demandante, que exige constante preparación y siempre deberán estar al tanto de lo que sucede alrededor del mundo. Las horas son rudas, seguramente no podrán asistir a la mayoría de los eventos de sus amigos, de su familia y probablemente trabajarán en Navidad, así que es imprescindible estar completamente enamorado y seguro de cualquiera que sea el proyecto.
¿Redes sociales?
Instagram: paugoglez y bajo_fuego
Facebook: Bajo Fuego Taller & Catering
Correo electrónico: bajofuegocatering@gmail.com