En entrevista exclusiva platicamos con la lagunera que a sus 19 años de edad ha sido galardonada con medalla de plata en el Mundial de Triatlón en la ciudad de Chicago, y nos compartió cada paso que la fue acercando a su mayor logro personal.
¿Qué te llevó a practicar este deporte que requiere tanto esfuerzo?
El momento fue cuando mi entrenadora de natación le dijo a mi papá que para que fuera un deporte más completo y tuviera oportunidad de competir y ganar, me involucrara en el triatlón, que es más demandante, pero sin tanta intensidad en cada una de las disciplinas.
¿Cuándo fue tu primer triatlón y cómo fue tu desempeño?
El 20 de septiembre del 2009, el triatlón Barracudas, en el que quedé en segundo lugar. Fui primera en natación y bicicleta, pero me alcanzaron en el último kilómetro de la etapa de carrera.
Sabemos que ganaste la medalla de plata en el Mundial de Triatlón en Chicago, ¿qué nos puedes platicar sobre esa experiencia, cómo te preparaste para lograrlo?
Fue una experiencia muy enriquecedora. Me preparé ocho meses para ese día, me había visualizado en el pódium muchas veces, lo idealicé tanto que el día que pasó lo disfruté mucho. Para mi preparación conté con un entrenador de natación que pulió todos los detalles, y me entrené para aguas abiertas y la distancia que necesitaba. Rodaba tres veces a la semana y corría cinco, por intervalos rápidos para adquirir velocidad, todo esto con un plan específico desde un inicio.
¿De qué manera balanceas tu tiempo de entrenamiento con el de tu vida estudiantil y social?
Soy muy organizada, tengo un calendario por horas, lo lleno de mis clases y luego en los espacios libres coordino mis entrenamientos, y los fines de semana aprovecho para mantener mi vida social.
¿Cómo son tus sesiones de entrenamiento?
Todas son diferentes, cada una aporta algo; cambian cada semana porque diario avanzo, hay unas muy pesadas y otras de regeneración, que son las que más disfruto. Las rápidas me dejan muy satisfecha y cansada, porque sé que sirven. Además nado en el CAR871 y tomo clases de TRX.
¿Qué oportunidades te ha brindado este deporte en tu vida, qué aspectos han mejorado?
He conseguido tres propuestas de beca universitaria gracias al triatlón, el cual ya me regaló mi carrera de Nutrición, así como la oportunidad de viajar y sobe todo, formar mi carácter como persona fuera del deporte.
¿Quiénes han sido parte de tu formación como triatleta?
Desde el principio mi papá apostó todo por mi, con él fui subiendo cada escalón, se pasaba las tardes conmigo en el entrenamiento. Cacho, mi entrenador de ciclismo y carrera tiene una fe inmensa en mí, siempre me da ánimos, nunca me frena. Ambos me ayudan a balancear cada nueva idea, así como mi equipo que siempre está ahí apoyándome.
Según tu experiencia, ¿qué consideras lo más básico y lo más complicado en un triatlón?
La natación, pues saber hacer el estilo libre es una enorme ganancia, porque cualquier persona puede correr. Aún así he conocido gente que llega directo a aprender. Lo más complicado es adaptarse a los cambios de disciplina, debido a que todas requieren diferente respiración y uso de grupos musculares.
¿Cuál es tu disciplina favorita y cuál te ha costado más trabajo?
Correr me gusta mucho, y lo más difícil ha sido la natación, porque con mi técnica no avanzo y me canso, lo ideal es nadar sin cansarte a una buena velocidad y aun no encuentro ese punto.
¿Cómo crees que se logra entrenar la mente para dar un excelente desempeño?
Es el 40% de lo que hacemos. Me enseñaron que la mente no te puede jugar una mala pasada, hay que seguir adelante, y en cada momento saber que vas a terminar y convertirte en ganador. Aceptar que toda circunstancia puede cambiar, a favor o en contra, hay que estar preparado y saber enfrentarla.