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marzo 29, 2024

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Apoya y saborea el misterio de los Pollos Íñigo

Su salsa ni dulce ni picosa mantiene lleno el stand de la Feria de Torreón coordinado por el DIF. Todo lo recaudado contribuye en la compra de aparatos auditivos y sillas de ruedas.

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Junto con la tradición de la Feria de Torreón hay un stand que no para desde las 7:00 de la tarde. La fila es menos pesada solo de pensar en el suculento sabor guardado ahí. Los Pollos Íñigo, esos bañados en una salsa ni dulce ni picosa, acompañados de papitas fritas, chiles jalapeños y pan francés son los grandes protagonistas año con año.

Su receta ‘secreta o misteriosa’, no se encuentra en otra parte, además tiene ese ‘toque de feria’ que los hacen únicos, comparte Astrid Casale, presidenta honoraria del DIF Torreón. Entusiasta cuenta que es la actividad de mayor recaudación de la institución, para adquirir aparatos auditivos (el año pasado fueron 81), sillas de ruedas y despensas.

“Cada vez se involucran más porque
 ven el entusiasmo, el ambiente y los lleva a sumarse”.

Para hacerla más arraigada dice que el año pasado se dio a la tarea de buscar la historia, cómo nació la receta que toda La Laguna quiere y muchas veces sólo van a al feria por los pollos, incluido el alcalde confiesa.

Este año están listos 10 mil pollos, cifra contemplada del corte del año pasado. Se buscó el apoyo empresarial y de voluntarios para optimizar los recursos recaudados. La compañía Pilgrims se apuntó con la donación del producto, lo que sumó además con más calidad, ayudando a bajar la cocción de 35 a 25 minutos.

Además para este 2019 se tiene otra caja, se aumentaron a tres asadores y las mesas también se extendieron, junto con un sistema computarizado para darle fluidez a la atención.

Los lunes, martes y miércoles son los mejores días. Hasta el momento el de mayor venta son 615 órdenes, en un día normal son de 400 y lo más bajo fueron 200 por la lluvia. Todavía le quedan 20 días a la feria, apoya y ve por tu orden.

El toque especial este año es el pan cocinado al carbón y luego bañado en la salsa, la idea salió de los jóvenes de las brigadas del DIF.

Voluntarias del DIF y de algunas dependencias.

La suculenta historia

Desde hace 60 años nacieron estos pollos asados al carbón, marinados con sal y limón, para luego ser sumergidos en la salsa misterio.

Rosalba Valdemar Larrañaga tomó la receta de su tía Tila que la obtuvo del chef del Hotel Calvete, Heriberto Álvarez y el peculiar sabor nació en las pollocoas organizadas por médicos laguneros para apoyar en la labor social y equipar espacios como el Sanatorio Español y construir Casa Íñigo.

Después de sacar el pollo del asador, previamente marinado con sal y limón, se unta en la piel la salsa calentada a baño maría.

La famosa salsa ‘misterio’.

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