Por Fernando González
Notable arquitecto, lagunero por convicción, cuyas obras comerciales y residenciales siguen siendo admiradas por propios y extraños. José Tomás es originario de la Ciudad de México al nacer el 18 de agosto de 1923 como hijo mayor de Tomás Ocampo Mejía y María Genoveva Esparza Quintero, quienes además procrearon, en orden de llegada, a Mario, Walter, María Teresa y Mauricio Ocampo Esparza.
José Tomás cursó sus estudios básicos en la capital del país así como la carrera de Ingeniería Civil, haciendo un postgrado en Arquitectura. Aplicando los cálculos de un ingeniero civil pero con la sensibilidad y la concepción de un arquitecto se explica la belleza y la permanencia inalterable a través del tiempo de cada una de sus construcciones.
Vino por primera vez a La Laguna a realizar sus prácticas profesionales a la presa Lázaro Cárdenas, “El Palmito”, a mediados de 1945, cuando estaba a punto de ser inaugurada, trabajando para un señor de apellido Acosta para quien diseñó y construyó, además, un conjunto de casas habitación y decide echar raíces en nuestra tierra, a pesar de que constantemente repetía que nunca se quedaría a vivir aquí sufriendo ese calor tan insoportable.
Rápidamente, José Tomás es solicitado por una creciente clientela que admiraba sus diseños y la calidad de sus construcciones; así, obtiene el contrato para realizar la remodelación del Casino de La Laguna, edificio emblemático para los laguneros y hoy orgullo de México al albergar al Museo Arocena. En este proyecto, José Tomás respeta 100% la fachada y los materiales originales del casino, amplía el salón de damas, la cocina, el salón de caballeros, los baños en general, la escalinata principal que conduce al gran salón de baile al que añade un mezanine, fuente de ornato y el salón adjunto, además de proveer un elevador para los asistentes.
Otras de sus obras fueron la Compañía Vinícola del Vergel en sus oficinas centrales, la Universidad Iberoamericana plantel laguna, los Colegio Cumbres y Alpes, la Iglesia de San Rafael y numerosas residencias en las diversas colonias de la comarca. Sus primeros clientes para que proyectara y construyera sus residencias fueron doña Laura Martínez y don José, y doña Angélica Amarante.
José Tomás fue miembro del Club Activo 20-30 de Torreón que dedicaba sus esfuerzos en beneficio de los niños y los jóvenes laguneros; participaba como profesor de las clases de decoración de interiores en el Instituto Familiar y Social María Cristina. Su natural inclinación hacia las expresiones artísticas lo hacía un ferviente escucha de música clásica y practicaba la fotografía como pasatiempo favorito.
Fue, junto con sus hermanos Walter y Mauricio, un destacado nadador, jugador de tenis y esquí acuático. Dos de sus pasiones fueron viajar y las motocicletas. Casó con la señorita Elvia Ramírez, quien practicaba ballet acuático en el Deportivo Chapultepec en el Distrito Federal, sin tener descendencia, por lo que ayudaba mucho a jóvenes de escasos recursos tanto para su sustento como para sus estudios.
José Tomás sufre de un aneurisma de aorta y a los 69 años de edad, el día 6 de mayo de 1993, fallece en nuestra ciudad de Torreón.
(FUENTE: Datos familiares y fotografía de Marú Vázquez de Ocampo)
