Creativa, innovadora y dedicada, Dafne comenzó a pintar tenis hace aproximadamente tres años, al tener la inquietud por adquirir un diseño único. Su primer par lo pintó con plumones, y resultó tan atractivo que la gente comenzó a hacerle pedidos, lo que la llevó a perfeccionar su técnica, buscar materiales más duraderos y profesionales y arrancar con un negocio que a la fecha la ha llevado a vivir increíbles experiencias.
“Yo estudié Diseño Gráfico, y desde ahí empecé a crear mis propios diseños. Empecé con tenis pero poco a poco he hecho de todo: cuadros, gorras, alhajeros, portallaves etc. Ya pinto de todo”.
La manera de trabajar de Dafne es sobre pedido, indicándole el tema para que ella pueda dejar ir su imaginación y ofrecer un producto original y único. Ella encuentra inspiración para pintar en diversos elementos, lo que le ha permitido lanzar líneas y colecciones especiales. Una de ellas, de sus favoritas, fue de mosaicos.
“La gente viene y me dice el tema y yo elaboro todo el diseño. Busco inspirarme dependiendo de lo que me pidan, pero a veces también sigo líneas específicas. Por ejemplo en una ocasión comencé a ver mosaicos y de ahí desarrollaba los diseños”.
Con dos niños, un embarazo y otros negocios, los tiempos son complicados para Dafne, pero encuentra tiempo para poder realizar estos trabajos. Un par de tenis le lleva de tres a siete días, dependiendo de qué tan complicado sea; generalmente los diseños más difíciles son aquellos que tienen rostros, pero también resultan uno de los más gratificantes al ver el resultado final. Por ello, esta lagunera aconseja a otros creativos que inviertan tiempo en su trabajo para explotarlo al máximo.
“Yo les recomiendo que experimenten, que no le tengan miedo. No hay una técnica en específico, se va dando y vas experimentando, a veces te sale mejor una cosa que otra. Pero uno aprende de sus errores y va haciendo modificaciones. Además esto es arte, no está bien o está mal, entonces no hay que tenerle miedo al lado creativo”.
