Aldo Ávila encontró la oportunidad de combinar su pasión por Santos Laguna con su trabajo. Se abrió paso en la institución como practicante justo después del título del 2008 y más tarde se integró al área de comunicación como Auxiliar de Prensa. Actualmente, y desde hace dos años, trabaja como Jefe de Prensa, un puesto que le ha permitido compartir sueños y experiencias y formar parte de la gran historia de este equipo.
Trabajando siempre bajo la filosofía de Santos, Ganar Sirviendo es la única opción, Aldo se enfoca en todos los temas de comunicación, tanto del equipo como de Grupo Orlegi: entrevistas, atención a medios, redes sociales y comunicados de prensa, forman parte de sus actividades diarias.
“Es una experiencia muy gratificante; como todo tiene sus obstáculos, pero es un trabajo que te da la oportunidad de convivir con jugadores, estar enterado de todo y contar con otra perspectiva”.
Aldo le atribuye su oportunidad de estar en Santos a una “diosidencia”, es decir, un suceso para el cual no existe una explicación y que incluso parece mágico. Desde muy pequeño ha sido fanático del equipo albiverde y del futbol, y encontró en la comunicación la forma de abrirse paso en el Club, por eso estudió esta carrera en Ibero Torreón.
“Yo soy futbolero de corazón, y desde chiquito me empecé a empapar de los colores de Santos; cuando crecí no sabía a qué dedicarme, solo sabía que quería hacer algo que me acercara al futbol y particularmente a Santos. Fue en la carrera de Comunicación donde encontré la vía.
Este trabajo le ha traído grandes satisfacciones al lagunero, el primero de ellos fue poder con el reto de entrar al club y aprender diario de las personas que lo rodean. Es esto lo que le motiva a seguir trabajando día con día, pues a pesar de tener 10 años en el club, asegura que nunca ha dejado de aprender de los que lo rodean. Además, ha tenido la oportunidad de vivir grandes momentos, como la Copa Libertadores.
“Me llenó mucho el vivir una Copa Libertadores, porque yo la veía desde chiquito y porque es el torneo continental más importante. Tengo muy grabado ese 2014 cuando viajamos a Uruguay para jugar contra el Peñarol, porque fue mi primera experiencia en Sudamérica, visitamos un estadio histórico (Centenario), ganamos 2-0 allá y porque pude ver la pasión que se vive en Sudamérica. Fue una experiencia completa con el equipo: mi trabajo, el resultado, el país”.
Cada torneo también representa una gran experiencia para Aldo. Este último, con el campeonato del Santos, fue muy particular para él, pues asegura que desde un inicio la vibra que se sentía en la institución era de triunfo.
“Lo viví muy tranquilo, desde principio a fin, convencido de que lograríamos algo grande, gracias al equipo que hizo una conexión especial con la afición y logró algo extraordinario. Estaba un poquito más relajado, y esta buena vibra me llevó a disfrutarlo más que otros torneos”.
Desde su trinchera, Aldo comparte uno consejo con las personas que, como él, buscan dedicarse por completo a su sueño.
“No hay ninguna etiqueta para trabajar; a pesar de que en las empresas puedan indicarte que hay ciertos perfiles, la realidad es que solo hay una clave: el trabajo constante. Si estás dispuesto a dar más del 100 por ciento y a entregar mucho más de lo que te piden, ahí está la llave del éxito”.
