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abril 19, 2024

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Liga de la justicia

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El universo de superhéroes de DC Comics ha dado tumbos desde su concepción, en gran medida por las prisas de ponerse al tú por tú con la competencia y por el tono oscuro que le imprimió su arquitecto principal Zack Snyder a los proyectos desarrollados, siendo lo opuesto de Marvel que se ha caracterizado por el tono más cómico y familiar. Desde su Hombre de Acero (2013) el público y la crítica se dividió, aunque en esa primera incursión de su universo el resultado se pudo dar como bueno en su mayoría.
   Los problemas reales vendrían el año pasado con el estreno de la tan esperada Batman vs Superman, la cual recibió en su mayoría malas críticas y burlas de los más clavados en el género, sobre todo por la resolución de la enemistad entre los dos superhéroes (¡¿Martha?!) y un villano que no convenció a prácticamente nadie (el Lex Luthor de Jesse Eisenberg).
   Por si fuera poco unos meses después se estrenó Escuadrón Suicida (David Ayer, 2016), que en el papel aparentemente sería una versión atrevida y diferente de los antihéroes del comic, algo que no sucedió y al contrario, resultó en otro proyecto que dividió al público y espantó casi por completo a la crítica. Entre sus peores ingredientes se encontraba un Joker ridículo y muy mal concebido por parte de Jared Leto, una trama sin pies ni cabeza y una de las villanas más flojas de todo el cine de superhéroes, Enchantress (para la cual Cara Delevigne no ayudó nada).
   Para suerte de DC ya este año su universo compartido dio señales de encarrilarse por un mejor camino, cuando a mediados de año se estrenó Mujer Maravilla (Patty Jenkins, 2017), película que abandonó el tono oscuro y solemne que tuvieron sus antecesoras, además de tener una historia con más cohesión narrativa y visualmente, estos aspectos no pasaron desapercibidos por el público y crítica, y por primera vez se pudo decir que la compañía tuvo su primer éxito rotundo.
   Gracias al trabajo de la Mujer Maravilla ahora el camino para La Liga de la Justicia parecía ser menos tortuoso, pero para su desgracia la cinta se vio envuelta en muchos problemas extras fuera de la pantalla, como el hecho de que durante todo el rodaje hubo rumores de que sería la última vez que Ben Affleck se enfundaría en el traje del caballero de la noche, pero sobre todo el problema surgido con su director Zack Snyder, quien abandonó la edición de la cinta por problemas familiares (el suicidio de su hija) y en su lugar entró al quite Joss Whedon, quien para la trivia queda que fue el creador y director de los dos primeros filmes de Los Vengadores para la compañía rival. Al final parece que Whedon metió más mano de la esperada e incluso filmó algunas escenas extras para hacerla más cómica, todo este embrollo sin duda le cobró factura al resultado final, pero nada extremo al final de cuentas.
 

Batman (Ben Affleck) presiente que se viene un gran peligro para la tierra, por lo que recluta a la Mujer Maravilla (Gal Gadot) para que lo ayude a formar un equipo que pueda combatir este gran reto. El grupo que forman consta de Flash (Ezra Miller), Aquaman (Jason Momoa) y Cyborg (Ray Fisher). Juntos enfrentarán a la mayor amenaza que el mundo ha encarado, y para eso necesitarán de más ayuda: la de Superman (Henry Cavill).
Sin duda la primera pregunta que saltará con esta cinta es si es mejor que Batman vs Superman. La respuesta es fácil: Sí. Por segunda vez el estudio de DC Comics entiende que lo mejor para este tipo de proyectos es dejar la solemnidad a un lado y no tener mayores pretensiones más que las de divertir al espectador del minuto uno y hasta el final, cosa que aquí cumplen de maravilla. Aunque por momentos peca de ligera ya que las consecuencias de la inminente destrucción del mundo brillan por su ausencia, jamás nos hace ver el verdadero peligro al que se enfrenta la tierra, además de que los personajes nunca ponen su vida en juego ya que en todo momento el guión los pone a salvo. Ese balance entre una buena estructura de la historia y el entretenimiento no pudo cumplirse, pero el resultado aún así es más satisfactorio que decepcionante.
   Se nota que la compañía aprendió de sus errores. De entrada no solo el tono es más amable, sino que también la acción es más constante y emocionante; se han dejado de tiempos para la introspección y la cinta se va como un cohete, incluso la duración es la menor de todo su universo compartido (dos horas y un minuto, ya con créditos) un aspecto que le vino bien y mal al resultado final. Bien, porque el filme va a lo que va; cuenta una historia simple de salvar al mundo (tal vez demasiado simple), no se detiene en presentaciones, pues esas ya más o menos las hicieron en la anterior, el ritmo es endiablado y se pasa volando, cosa que se agradece después de lo pesada que fue la entrega pasada. Pero desgraciadamente esta duración ajustada también tiene sus contras, ya que hace que esté presente una sensación de que falta algo. Por momentos las soluciones son demasiado rápidas y forzadas, de un fotograma a otro el grupo ya esta súper unido, las elipsis en la historia son nulas y dejan ver que sin duda existen tijeretazos en el proyecto. Precisamente este fue el trabajo para el que Whedon fue contratado, editarla de manera que fuera más accesible al gran público, y aunque lo logra, se nota que Whedon quitó parte del trabajo de Snyder, quien se caracteriza por darle mucha seriedad a sus historias. Desconozco qué tanto re-filmó Whedon, pero con su edición y los pocos o muchos retakes que hizo se nota un poco más su espíritu, aunque con el estilo visual de Snyder, este pastiche es otro de los daños que se le hicieron a la película, sin que esto afecte en demasía, pero si denota un cambio de tono abrupto en diferentes escenas.
   Los efectos visuales son un tema aparte ya que como es de esperarse hay muchísimos durante todo el metraje, pero desgraciadamente no todos son de la misma calidad. El villano de la función, Steppenwolf, está hecho enteramente en CGI, cosa que le hace mucho daño al conjunto, pues nunca logra verse real, esto hace que el personaje resulte sin personalidad y se ponga a la par de Enchantress como uno de los peores villanos de este tipo de filmes.
    Afortunadamente existen Flash y Aquaman que salvan enteramente la nave y se roban la función, ambos derrochan carisma, los efectos de Flash y las secuencias en las que usa su poder son de lo mejor del conjunto, y la química que le aportan ambos al grupo es lo que la mantiene a flote, aunado a la buena labor de Ben Affleck y Gal Gadot, que hacen que la interacción entre los miembros de la liga sea de lo mejor de la cinta. En lo personal veo a Affleck como un gran Batman, ya que cumple perfectamente con y sin capa, tiene presencia y su clásica inexpresividad le ayuda a darle al personaje el aire místico que se necesita, por si fuera poco son varias las escenas en las que vemos un Batman en esplendor, balanceándose y peleando como en los cómics. De Gal Gadot no hay más que decir, sin duda nació para hacer ese personaje y le queda a la perfección. No así Cyborg, que al igual que el villano se ve perjudicado ante un abuso de CGI y una débil concepción del personaje.
   El guión es muy convencional, eso no se puede negar, contiene agujeros de lógica tremendos, pero que al final se pasan porque el espectáculo y los personajes se sobreponen. No es la mejor película de superhéroes, pero si cumple su cometido principal: entretener. Es ligera en la justa medida y para los fans de estos personajes resultará en un orgasmo visual, varias de sus secuencias de peleas y la acción en su mayoría son espectaculares. Después de verla quedan ganas de volver a ver a este grupo en una nueva aventura y ya con esto sin duda pasó la prueba.

 

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