Extraños padecimientos, desórdenes mentales y enfermedades mortales, son algunos de los males que grandes personajes de la historia han enfrentado.
1. Stephen Hawking
Con una carrera científica de más de 40 años, este físico teórico británico presentaba la enfermedad de la motoneurona, probablemente una variante de la esclerosis lateral amiotrófica (ELA). Recibió el diagnóstico de su padecimiento cuando tenía 21 años y los médicos dijeron que no sobreviviría más de dos o tres años. Perdió gradualmente el uso de brazos, piernas y la voz, y a partir de 2009 quedó completamente paralizado. Murió la noche de este martes 13 del 2018.
2. Vincent Van Gogh
Reconocido por su talento como pintor, también se caracterizó por padecer una serie de enfermedades psicológicas y físicas. Van Gogh sufrió momentos de depresión, hostilidad y agresión, los cuales lo llevaron al suicidio. Para su corte de oreja hubo un detonante: el síndrome de Meniere, que le llenaba la cabeza de zumbidos y le provocaba mareos que siempre terminaban en un vómito.
3. Ludwing Van Beethoven
La extraordinaria genialidad y productividad de Beethoven no fue disminuida por la influencia de sus múltiples dolencias, sino por el contrario, en periodos críticos, ésta se vio incluso exacerbada. A la sordera, su enfermedad más conocida, se agregaron otros padecimientos, como cirrosis hepática, nefropatía y pancreatitis crónica, así como alteraciones gastrointestinales, bronquiales, articulares y oculares.
4. Albert Einstein
Se considera, sin fundamento sólido, que Albert Einstein padecía síndrome de Asperger, un conjunto de condiciones mentales y conductuales que forma parte del espectro de trastornos autísticos. Se dice que el gran físico, por ejemplo, no habló hasta los tres o cuatro años y no lo hizo fluidamente hasta los nueve, además fue un niño con berrinches violentos y repetía cada oración que decía, características de esa enfermedad.
5. Miguel Ángel
El célebre pintor y escultor fue víctima de diversos padecimientos, entre ellos la gota, que se distingue por la inflamación de las articulaciones debido al aumento desmedido en los niveles de ácido úrico. Obsesionado, mientras pintaba en la Capilla Sixtina, el genio renacentista solo comía y bebía vino de un recipiente recubierto de plomo, metal que dañó sus riñones y desencadenó la gota.
