Además de recolectar néctar para producir miel, las abejas realizan una segunda función vital: la polinización, lo que las convierte en un componente crítico del mercado agrícola actual. Alrededor de un tercio de la dieta humana se deriva de las plantas polinizadas por insectos, y las abejas son responsables del 80 por ciento de esta polinización.
En el norte de Ámerica, la polinización permite la producción del 90 por ciento de los cultivos de manzanas, arándanos, melones, cerezas, y broccoli.
Perder las abejas y otros polinizadores haría la vida difícil, ya que también perderíamos la mayoría de las plantas con flores de las que dependemos tanto para comer como para nuestro medio ambiente verde.
Anna Haldewang, estudiante de College of Art and Design en Georgia, quería que la sociedad entendiera la importancia de las abejas para la vida humana, y por lo tanto creó un dron que imita las funciones de una abeja en el proceso de polinización.
El dron llamado “Plan bee” es una abeja robot controlado desde un dispositivo inteligente diseñado para imitar el proceso de polinización de las abejas. El dron transporta el polen de una flor a otra permitiendo la polinización cruzada.
La diseñadora industrial de 24 años, desarrolló el prototipo en los colores amarillo y negro, dándole la esencia de una abeja sin replicar al insecto.
Plan Bee se encuentra en sus primeras etapas, y Haldewang todavía está afinando la ingeniería. Ella ya presentó una solicitud de patente, y espera tener un producto comercializable en dos años.
