“Cuando ves realmente el impacto que tiene reciclar en el medio ambiente y en nuestra forma de vida es cuando la gente de verdad se interesa por hacer algo”
Crear un cambio en el medio ambiente y generar una cultura de reciclaje en nuestra sociedad fue la visión con la que Rodrigo Padilla inició su empresa Reciclaje de Cable y Electrónica (RCE). Sin embargo, con los años la empresa ha crecido tanto en su potencial como en las áreas a las que apoya, pues ahora, además del cambio ambiental, la empresa también tiene un propósito social.
Todo esto ha sido a base de mucho esfuerzo y persistencia por parte del regiomontano, ya que, como nos dice, México es un país que le falta apostar más por esta área. “Es difícil tener un negocio de medio ambiente porque en México no hay cultura de reciclaje, si estuviéramos en otro país sería diferente. Somos 120 millones de habitantes y solo hay 30 empresas de mi tipo” cuenta Padilla, quien estudió Comercio Internacional en la Universidad de Monterrey (UDEM). En esta entrevista, Rodrigo nos cuenta de lo que ha sido su experiencia al emprender y del panorama que ve en nuestro país en cuanto al reciclaje.
Rodrigo Padilla comenzó este negocio cuando estaba estudiando su carrera, donde reciclaba diferentes tipos de chatarra “Primero empecé con cobre, aluminio, fierro, cosas muy sencillas. Y como a los cuatro años todo ese trabajo desapareció un día. Mandé un camión con aluminio a Toluca y lo desaparecieron, se lo robaron. Ahí esos cuatro años desaparecieron, pero yo ya traía toda la onda del reciclaje” cuenta un joven decidido, que en su momento no dejó que esta adversidad lo detuviera.
La empresa se formó y consolidó dando como resultado RCE, donde actualmente reciben alrededor de 100 personas al día, desde negocios y gente que va a dejar cosas para reciclar o que van a vender sus celulares, has- ta niños que hicieron colectas en sus colonias.
“Obviamente el negocio se estableció para cuidar del medio ambiente. Se han ido agregando factores en lo social, como lo que se ha ido haciendo con los pepenadores. Su vida ha ido cambiando, porque ya no tienen que ir arrastrando cosas dos kilómetros. Ahora les pagan 300 pesos por una bolsa de celulares y no unos pesos”.
Gracias a la subcultura que hay en el país sobre el reciclaje, el negocio de Padilla se ha ido impulsando, haciendo que los gobiernos le den su atención a este tema. Además el negocio de Padilla tiene causas para apoyar y fomentar esta cultura, donde al llevar material a reciclaje el pago que se genera puedes decidir si donarlo a Cruz Rosa, al medio ambiente, a los árboles o quedarte con el pago.
“Reciclar no tiene absolutamente nada negativo. En mi negocio se recicla con el 95% de lo que entra y lo que resta no se hace porque no existen mecanismos adecuados en México aún”. Algo triste, si consideramos que un mexicano produce nueve kilos de basura al año. Es un millón de toneladas, de ese millón de toneladas de basu- ra solo se recicla el 8%.
El regiomontano sabe que aún estamos a tiempo de controlar el daño que le hacemos al mundo. Él confía en que cada vez más gente esté interesada en involucrarse en cosas buenas, y por eso este 2018 tienen la meta de tener 200 contenedores para estar más cerca de todo aquel que le interese reciclar.
Dar opciones y quitar barreras, es su mayor meta el próximo año. En estos contenedores la gente podrá tener la posibilidad de ir a dejar material electrónico como celulares, cables, monitores, impresoras, entre otros. Actualmente se encuentran en en Cintermex, Alfa Corporativo, trabajamos con Home Depot y en pláticas con el municipio de San Pedro para ver cuántos contenedores se pondrán.
Y aunque el emprendedor ha tenido sus bajas y altas, siempre ha encontrado el motivo para seguir adelante. “Tener un negocio es muy difícil, he estado varias veces a nada de cerrarlo, pero pesa mucho la parte social que hace mi empresa”.
El panorama en México está cambiando y aunque todavía nos falta mucho, estamos seguros que iniciativas como las de Rodrigo Padilla cada vez irán creciendo y destacando más. Por hoy, Rodrigo sigue en su camino abriendo puertas, quitando barreras y cambiando culturas.
