Más que en familia, EMWA celebra su 70 aniversario con las personas más importantes para su empresa: los clientes y sus colaboradores.
Una empresa familiar es difícil de dirigir, pero en el caso de EMWA este proceso lo realizan bien desde hace 70 años.
Los festejos de estas siete décadas se han hecho con sus clientes y colaboradores en diversos eventos alrededor de las sucursales de la República Mexicana, y es que para EMWA su fuerza laboral es uno de los factores importantes para su crecimiento.
Con alrededor de 300 colaboradores en EMWA, sin contar a los de Grupo Máxima, el Director General, Mauricio Wapinski, afirma que gran parte del éxito en la empresa se debe a que el capital humano es constante.
¿Por qué su gente es un factor tan importante en la empresa?
“La gente que está en los primeros puestos, son personas que empezaron desde abajo en otros puestos y han crecido con la empresa, es una situación de ganar/ganar, ha ganado el colaborador y con ello la empresa, porque estamos entre los primeros 20 puestos de lealtad. Es por eso que cuando buscamos nuevo talento, buscamos primero en nuestro capital interno. Me atrevería a decir que de 10 promociones en la compañía, nueve son internas”.
¿Cómo podría resumir estas siete décadas de trabajo desde que su padre inició esta marca hasta la fecha?
“Hemos llegado hasta donde estamos porque mi padre y mi madre le inyectaron pasión, entrega y honestidad a este negocio desde el día uno. Con esos elementos podríamos resumir lo que mis padres nos transmitieron a mis hermanos y a mí, que a su vez nosotros transmitimos a nuestros colaboradores. Ese es el secreto de haber llegado a los 70, “no solo es llegar sino saber llegar”.
Viendo la perspectiva de llevar un negocio en familia, ¿cómo se ha adaptado EMWA a los cambios generacionales a lo largo de 70 años?
Estamos orgullosos del negocio familiar, pero también del institucional. Porque está comprobado que si no institucionalizas un negocio es difícil que supere la tercer generación. En la compañía empezamos desde temprano y hoy, ya tenemos a miembros trabajando de la tercera generación con ingresos de acuerdo a su puesto, con los mismos derechos y obligaciones de cualquier otra persona en la empresa. Aunque sean familia, siguen siendo colaboradores y nos da mucho gusto en ese sentido”.
¿Qué papel juega la tecnología en los planes a futuro de EMWA?
“Nos hemos asesorado con expertos para implementar estrategias digitales a corto y mediano plazo. También hemos pensado en el mercado digital, con la llegada del e-commerce, sin embargo en el mercado del lujo es una tendencia que avanza lento, ya que es difícil vender un reloj de alto valor. Pero es parte de los retos que vienen”.
¿Cuáles crees que fueron las enseñanzas más importantes que aprendió de su padre, Don Emmanuel Wapinski?
Primero el gusto por el trabajo; en segundo lugar el valor de la honestidad, ya que en los años que llevamos en el negocio nunca hemos tenido una queja de falta de honestidad en la empresa, así como una propuesta de valor para hacer a nuestros clientes, nuestros amigos.
Algo que también es muy importante es la responsabilidad social y vemos que EMWA tiene gente apoyando a diferentes causas, ¿de qué forma lo logran?
Hicimos una promesa, la cual la hemos cumplido hasta la fecha: toda organización con causa que toque las puertas de EMWA no se va con las manos vacías. Estamos convencidos que la gente que nos compra aprecia mucho eso y se siente más cómodo de comprar uno de nuestros productos porque una pequeña parte se va a una buena causa.
- 70 años presentes en 10 ciudades del país
- 80% de ventas a clientes recurrentes
- Más de 20 marcas
- Ayuda a más de 65 causas u organizaciones en el país
