Haciendo honor a los valores y enseñanzas inculcadas por sus padres y su abuelo, desde hace 16 años a través de Navidar Laura del Real Guzmán se ha dedicado en hacer realidad los deseos de niños que pertenecen a un sector vulnerable de la sociedad, quienes en la época decembrina con gran ilusión escriben su “cartita” de Navidad.
“Siempre he tenido el impulso de ayudar a los que más lo necesitan y son menos afortunados. Mi abuelo solía traer colchas en su carro y las iba regalando por la calle. Quedas impactado al ver la emoción de la gente porque no se lo espera y te dan ganas de repetirlo cada vez más, para mi es una necesidad”.
En 2003 Laura buscaba una manera de aportar más a la comunidad, así que como en esa época ella tenía un salón de fiestas infantiles y toda la comida que le quedaba la donaba al comedor que tenían unas monjas en el Topochico, les pidió a ellas que le dieran cartas de niños para Navidad, mismas que recibió al día siguiente y desde entonces no han parado, “Sé que sería mucho mas fácil juntar mil pelotas o carritos, sin embargo, lo que quiero con Navidar es que niños quienes por falta de recursos no podrían tener lo que desean reciban exactamente el regalo que están esperando y que ese recuerdo les dure para toda la vida”, explicó.
Comenzó con 200 regalos teniendo como padrinos principalmente a su familia, amigos y empresas donde trabajaban amigos y conocidos, la diferencia es que ahora recibe entre 2 mil y 2 mil 500 cartas y cuenta con el apoyo de voluntarios que ayudan al “Taller de Santa” organizando todos los regalos por números, a colocarlos en bolsas y a separarlos por secciones según los días de entrega.
“Aunque el trabajo no es fácil, cumplir a los niños sus deseos y necesidades y saber que el esfuerzo tiene un impacto positivo en las comunidades es lo que más me impulsa cada año a vivir, como más me gusta, la esencia de la Navidad”
Desde los primeros años contó con el apoyo de compañías como Sofa Entertainment Group, El Pollo Loco y Granmark, por mencionar algunas, “Prácticamente después de recibir las cartas las terminamos de colocar con padrinos en una o dos semanas. Hay empresas que me piden 100 cartitas o más, también tengo una amiga que se encarga de más de mil cartas del municipio de García”, agregó.
Cada año ella convoca a niños de escuelas, comedores, orfanatorios y centros de catecismo para que escriban una carta dirigida a su padrino platicándole cuál es el regalo que quieren para Navidad.
Dichas cartas se asignan entre conocidos y gente que ayuda al proyecto, ellos compran el regalo, lo envuelven y entregan a Laura para que los reparta durante las posadas de cada lugar junto con sus voluntarios.
Para esto se requiere de un estructurado plan de logística, desde octubre ya se encuentra ubicando los lugares, para la primera semana de noviembre ya tiene las “cartitas” para repartirlas con tiempo entre los padrinos para la primera semana de diciembre ya encontrarse organizando los regalos, cada uno lleva tanto el nombre del niño como un número de folio para evitar confusiones. Todos los regalos, juguetes y ropa extra se envían a misiones con el Padre Noel Lozano.. Este año se harán ocho entregas, en Monterrey, Mina, García y Santa Catarina.
“En cuanto a las escuelas que elegimos, me aseguro que los directores apoyen a los niños todo el año tratando de que se superen y esto es un muy buen incentivo para que se porten mejor y sean más aplicados en sus estudios”.
El proyecto principalmente consigue y entrega regalos, pero también apoya otras causas, como a la Casa Simón de Betania, Cobijando Corazones y la asociación Amigos con Ictiosis, a la que ayudan adquiriendo tratamientos especializados para niños con esta enfermedad de piel. “La mayoría de la gente quiere ayudar, solo que no sabe a dónde ni a quién, entonces les ayudamos con eso, hay muchas maneras de ayudar y siempre habrá gente que necesite”, concluyó.
