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abril 24, 2024

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GABRIEL BOJÓRQUEZ

Impulsando el turismo a través de Magnicharters

Por

Todo comenzó como un sueño que se ha construido sobre valores y principios; y en esta edición les contaremos cuál era ese sueño, esos valores y principios que sentaron las bases para el éxito de “La Aerolínea Turística de México”, de viva voz del Sr. Gabriel Bojórquez Maza.
   Voy a confesar que esta entrevista es muy especial para mí, Gabriel es una persona que tengo el gusto de conocer desde los 7 años de edad, tiene 20 años de casado con la única hermana de mi mamá, mi tía María Fernanda y para mí, la familia Bojórquez Carpio es una familia muy especial que ha estado en todas las etapas de mi vida, teniendo la fortuna de ser una familia muy apegada. Puedo hablar desde mi propia perspectiva y describir a mi tío Gabriel como una de las personas más nobles que he conocido, trabajador desde que tengo razón de conocerlo, siempre activo y dando la cara por la empresa que actualmente dirige, anteponiendo el bienestar de las demás personas al suyo.
   Un hombre de familia para quien lo más importante es, válgame la redundancia, su familia. Sobre todo su esposa y sus dos hijos, Gabriel y Andrés. La relación que lleva con sus muchachos, la manera en la que se le iluminan los ojos al hablar de ellos y la forma en la que ellos están orgullosos de su padre me atrevo a decir que es lo más satisfactorio que ha pasado en la vida del empresario.
   Con esta introducción, comenzaremos a describir la Historia de Éxito que hasta el momento Grupo Aéreo Monterrey S.A. de C.V. o Magnicharters, aerolínea comercial mexicana, subsidiaria también de Magnicun y Magnibus ha tenido.
Un comienzo en apuros
La entrevista la realizamos en las oficinas centrales de la aerolínea, ubicadas en la colonia Mitras Sur, lugar con cosas muy significativas para él, entre ellas, una fotografía tomada de improviso donde nuestro personaje aparece relajado, con su atuendo favorito (una guayabera yucateca) y en uno de sus lugares predilectos, el aeropuerto. Para comenzar a conocer la historia de la aerolínea, es necesario que nos remontemos a la raíz de la familia Bojórquez, originaria de Mérida, Yucatán pero radicada en Ciudad de México en la cual Gabriel es el menor de 6 hermanos.
   La vida para su familia no fue fácil, tenían dificultades económicas que lo llevaron a él y sus hermanos a dejar la preparatoria para comenzar a trabajar y apoyar a su gente; mensajero fue el primer trabajo en el que se desempeñó, nos cuenta. Además de gerente de cajas en tiendas como Bodega Aurrera y Sears.
   Otra situación importante en su vida familiar fue la pérdida de una de sus hermanas que, a diferencia de lo que uno creería, él recuerda con tranquilidad y positivismo, “una parte difícil pero bonita de la vida donde aprendes mucho”, nos dice. Es increíble pensar que una época tan difícil, económicamente hablando, la recuerde con una sonrisa en su rostro y con tanto humor, pero seguramente no sería el hombre que es hoy sin esos aprendizajes que le tocó vivir.
   La vida siempre nos va encaminando a donde pertenecemos, y es a los 17 años cuando tiene su primer acercamiento al ámbito turístico, al unirse a su padre y sus hermanos para trabajar como operador en la empresa de su tío Alberto, Viajes Bojórquez. En este lugar aprendió a enfrentar con buena cara cualquier situación y es a través de su tío, uno de los hombres que más ha admirado, que aprendió el valor que tiene el servicio al cliente.
   En este momento de su vida comenzó a tomar cariño al turismo y eso lo motivó a seguir viajando, sin embargo, a veces la vida nos da empujones muy duros para ponernos en nuestro rumbo, pues tras sufrir la muerte de su tío Alberto, él y su familia son liquidados por la empresa. Esto llevó a sus dos hermanos mayores, Augusto y Luis, a fundar en 1984 Magnitur Operador de Viajes, una empresa que inició como circuitos turísticos: un combinado de avión, autobús o camioneta más hotel. Es en el año del 86 cuando se completa el equipo al sumarse Gabriel y su hermano José a la empresa; el menor de los Bojórquez inicia haciendo de todo un poco en la parte operativa, cotizaciones, reservaciones y demás, sin aún saber el papel tan importante que tendría para llevar a la empresa a otro nivel.
La llegada de Gabriel a Monterrey
En 1989 nuestro protagonista se lanza hacia el norte para comenzar un nuevo capítulo en la empresa y desde ese entonces la ciudad regia se convirtió en su hogar. Al llegar a la Sultana, comienza la búsqueda de oficinas para el negocio y, por azares del destino, llega a la colonia donde actualmente siguen ubicados; ahí renta una casa y es así como inicia operaciones en la metrópoli.
   Hubo situaciones que lo ayudaron a superarse, recuerda que en noviembre de ese mismo año realizaron una alianza con otras dos operadoras fuertes para contratar un avión con destino a Cancún, acuerdo donde compartían el riesgo de viaje pero, por una mala jugada entre las operadoras, terminaron sacándolo del trato. A pesar de ello, fue algo que pudo superar gracias a la buena relación que tenía con el personal de las aerolíneas, quienes respondieron de manera increíble al conseguir que los precios para sus clientes se mantuvieran bajos, saliendo así avantes de una situación que lucía por demás adversa.
El crecimiento de la empresa
Se dio de forma tan rápida que ni él se lo esperaba. En el verano de 1990 tenían la proyección de un vuelo semanal y terminó con tres, incrementándose cada vez más la cifra; en el 91 pasan a 9 vuelos, en el año de 1992 a 17, en el 93 casi a 30 y en el año del 95 sobrepasan los 35 vuelos semanales, siendo una de las épocas más exigentes para Bojórquez Maza, quien tuvo que ser la cabeza de todas las operaciones, llevando el control con “hojas verdes de contador”, pues en ese entonces no se tenía la tecnología al alcance como sucede hoy en día. Así que, para ir a la par de su tan merecido crecimiento terminó por buscar un programador y darle forma a un sistema para la atención de los clientes.
El momento crucial para MAGNI
El momento en que formó la línea aérea fue un momento clave para el éxito que son hoy en día. Mo- viéndose en un entorno donde las aerolíneas solo se preocupaban por hacer negocio, Gabriel decidió dejar de depender de ellas y comenzar algo propio que contara con la visión de su familia, enfocada en el servicio al cliente y que moviera el turismo en el país.
   Y es así como comienza la historia, el menor de la familia Bojórquez decide arriesgarse con un nuevo proyecto aún sin tener el voto de confianza de sus tres hermanos mayores. Gabriel se lanza a Miami y en el momento que considera era el más importante de su participación en la empresa, hace su propuesta a un grupo de latinos que se localizaba en esa ciudad, donde su visión, carácter y conocimiento en el área de turismo fueron un factor decisivo para lograr su cometido.
   La parte más difícil es cuando le presentan los requisitos para obtener el avión: dos meses de depósito, un mes por adelantado y el aval de la empresa. Bojórquez responde de la única forma que conoce, siendo sincero y poniendo las cartas sobre la mesa: no tenía dinero y el aval de la empresa era imposible otorgarlo pues era el único patrimonio de sus hermanos y les costaba creer en que la propuesta de Gabriel sería exitosa. ¿Lo más increíble? Logró convencer al grupo de confiar en su proyecto y que esperaran a comenzar operaciones para recibir los pagos. Creo que está de más decir que a Gabriel los negocios se le dan de forma natural gracias a su carisma con la gente y la experiencia que la misma vida le ha dado.
   Pero nuestro personaje del mes se tuvo que enfrentar a un problema más, algo por lo que cualquier hermano menor ha tenido que pasar: obtener la aprobación de su hermano mayor Luis para poder aceptar la negociación que había hecho con los peruanos. Reacio de un trato tan conveniente y poco usual para ellos, Luis no terminaba de comprender dónde estaba la trampa, fue necesario un viaje a Miami, el voto de fe del grupo para Gabriel y la intervención de un amigo del mismo Luis para poner su confianza en lo que el más pequeño de la familia había conseguido, logrando así su primer vuelo el 5 de julio de 1994, empezando la nueva historia y llevando la empresa a otro nivel.
   Hoy se mantienen como una de las aerolíneas sobrevivientes de aquella época, siendo quizá su mayor orgullo competir y mantenerse frente a otros adversarios con más posibilidades económicas en ese entonces. Cuentan actualmente con una  flota de 10 aviones, que es la cantidad correcta para trabajar “Como Luis y yo nunca sacamos un 10 en la escuela, creemos que este es nuestro número ideal de aviones” bromea.
   Al preguntarle en qué momento se encuentra la empresa en el presente, Gabriel contesta seguro de sí mismo “en el momento ideal”. Magnicharters en definición de Gabriel Bojórquez es “Servicio, después de 33 años de operador y 23 de línea aérea, seguimos sintiéndonos completamente líderes en el sector turismo, no manejamos viajes de negocios o necesidad, son viajes planeados para disfrutar. Y por eso trabajamos todo el año para darle la mejor experiencia de viaje a nuestros clientes”.

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