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abril 19, 2024

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El arte del pastel perfecto

De la mano de sus clientas, Rocío Castillo a través de los años se ha especializado en crear pasteles personalizados.

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Desde muy pequeña Rocío Castillo Martínez recuerda que pasaba las tardes con su mamá ayudándola a preparar pasteles.

En su antigua casa tenían una pequeña pastelería que le habían adaptado especialmente a su mamá, ya que tenía como pasatiempo preparar los pasteles de cumpleaños de la familia y ocasiones especiales.

En su familia siempre ha existido el gusto por la cocina, mientras que su papá se dedica a los banquetes, su hermana es chef y su mamá preparaba pasteles, así que poco a poco la regia comenzó a agarrarle gusto a la repostería.

En el 2010 ingresó a la carrera de Diseño Industrial en el Tec de Monterrey, 4 años después al finalizar la carrera se sintió muy frustrada ya que no estaba segura a lo que se quería dedicar, admiraba mucho el trabajo de los diseñadores pero ella no se veía en eso.  

En el 2013 para la fiesta de su hermano Adrián, preparó su pastel de cumpleaños que se convertiría en su primer paso al mundo de la repostería. Un año después, tomó un curso de pasteles en Roccatti Centro de Estudios Culinarios Monterrey, donde aprendió diferentes técnicas y claves que en un recetario tradicional no encontraría.

Aunque le gustó el curso, consideraba que los pasteles eran muy clásicos y algo aburridos, al compararlos con reposteras de Australia y Nueva York eran distintos ya que ellas utilizaban una nueva tendencia: los pasteles altos.

Al finalizar el curso, su cuñada le pidió que preparara el pastel de cumpleaños de su sobrino con temática de carros monstruo. Ya que en sus pasteles no utiliza fondant solo en ciertos detalles, navegó por Pinterest en busca de inspiración.

Después de un poco de investigación, encontró la manera de crear una pista enlodada con betún de chocolate y crema de avellanas, carritos de juguete saltando y diseñó sus primeros cake toppers.  

El pastel fue un éxito total, las invitadas estaban muy interesadas y más de una se acercó con su cuñada para pedirle el teléfono de la creadora del pastel. Así fue como a práctica y error, inició su negocio como repostera.  

Hoy en día Rocío cuenta con diferentes pasteles donde destacan: vainilla con relleno de toffee con nueces crujientes o dulce de leche con nuez, chocolate, red velvet, zanahoria, plátano y su insignia: el de Ferrero.

En una temporada alta ha llegado a preparar entre 13 y 15 pasteles en un fin de semana, alcanzando a preparar al mes, entre 50 y 70 pasteles personalizados, que  pueden ser de 6, 12, 25, 30 o 45 personas, dependiendo de las especificaciones de sus clientas.

Con sus creaciones, Rocío busca brindar a sus clientas ingredientes de alta calidad, siempre respetando el sabor y creando el balance perfecto entre calidad y precio.

En más de una ocasión ha realizado diferentes colecciones para: San Valentín y Navidad. Durante la época del Día del Amor y la Amistad lanzó una caja de madera que contenía 12 cupcakes. Por otra parte, para la colección decembrina tuvo cake jars de plátano, red velvet y Ferrero.

“Considero que muchas personas por querer vender y explotar un producto muchas veces descuidan la calidad. Mi objetivo es mantenerla, yo me especializo en pasteles personalizados, soy como un vínculo para desarrollar el pastel perfecto, no me  gusta clavarles una idea por el contrario, escucharlas y descubrir juntas que es lo que buscan”.

Al preguntarle cuál ha sido el reto más grande como repostera, dice que quizá suene como una tontería, pero cuando le piden pasteles de animalitos, como un unicornio, es un reto para ella y lo toma porque lo disfruta, ya que eso la ha hecho adquirir más experiencia y tener más confianza con sus estilos para llegar a dominarlos.

Considera que el mood en el que te encuentres, se refleja en el producto, por esa razón no realiza pasteles de un día para otro, ya que lo hornea un día para que se enfríe durante la noche, prepara el betún al día siguiente y lo decora el día de la entrega, para tener un pastel como recién hecho.

El próximo año dará su siguiente paso en el mundo de la repostería, expandiéndose a una cocina más amplia ya que hoy en día todo lo prepara desde casa. Desarrollará una marca y continuará con pasteles personalizados con una producción limitada.

También trabajará en pasteles más sencillos de línea y agregará a su catálogo productos como: galletas y empanadas para distribuir en tiendas y restaurantes.

Como parte del crecimiento: buscará dar talleres y distribuir la pintura para decorar, los sprinkles entre otros, ya que está convencida que la calidad de los productos que utiliza y adquiere en Estados Unidos es excelente.  

La perseverancia, todas las pruebas y errores, pero sobretodo la paciencia y encaminarse hacia un objetivo, han sido los ingredientes para lograr el éxito en los más de 5 años que lleva haciendo pasteles.

“Un buen feedback es mi mayor satisfacción, me llena saber que las personas terminaron encantadas por el sabor, mi visión es ser reconocido no solo por lo físico del pastel sino también por la calidad del mismo”, comentó durante la entrevista Castillo Martínez.

Como consejo, Rocío agregó: “No te desesperes, si algo no te sale sigue intentando, entre más errores cometas, más éxito tendrás. En un inicio yo tenía mucho miedo y en algunas ocasiones lo sigo teniendo, pero tienes que aprender a perderle el miedo a las cosas, esto es un camino largo y es mucha prueba y error”.

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