Las necesidades de manufactura en México han llevado a que las empresas utilicen procesos rápidos que utilizan materiales de baja calidad. La industria del mueble sigue una tendencia de materiales que se evalúan de acuerdo al costo.
El arquitecto y Director Creativo de Artelier, Eduardo Azcúnanga, se aisló de estas tendencias y decidió incursionarse en el mundo de la carpintería al querer resolver la problemática de sus diseños sin sacrificar la calidad de los materiales.
Artelier es la combinación de arte y taller, en donde se busca crear piezas de mobiliario de calidad cuidando la técnica y la fabricación. Las maderas se trabajan con sus colores naturales para evitar la homogeneidad y que las piezas no pierdan carácter.
¿Cómo surge la idea de crear Artelier?
La creación de Artelier fue más un proceso que una idea. Cuando salí de la universidad se presentó la necesidad de generar un portafolio que diferenciara mi trabajo del resto con el fin de tener más opciones profesionales. La intención era plasmar las ideas sobre el significado del diseño que había acumulado en los años de estudio, por lo que decidí hacer una pequeña colección de mobiliario.
Tener piezas “construidas” tendría una ventaja sobre cualquier otro portafolio digital y me permitiría comunicar con un lenguaje visual más poderoso las ideas que tenía en la cabeza. Poco a poco me empecé a enamorar de la escala de los proyectos ya que podía tener un gran control sobre el proceso de manufactura y el diseño de las piezas; era más simple que un proyecto de construcción completo.
Una vez enfocado en este proceso me acerqué a pequeños productores y carpinteros pero rápidamente noté que la industria del mueble, en general, sigue una tendencia hacia nuevos materiales que, en mi opinión, no tienen mucho espíritu.
Las necesidades de manufactura han llevado a estas empresas a utilizar procesos en los que se favorece la rapidez de producción utilizando materiales de bajo costo. La consecuencia directa es un mobiliario funcional pero de calidad media o baja, donde los acabados y los materiales se evalúan de acuerdo al costo.
De forma natural comencé a aislarme de esta tendencia y a incursionar en la carpintería por mi cuenta. Mi intención era resolver los problemas que mis diseños presentaban sin sacrificar la calidad ni los materiales, más bien aprovechando sus cualidades.
Me entusiasmé tanto con el proyecto que, sin darme cuenta, llegó un momento en que tenía un taller en forma y un catálogo de productos más que un portafolio. Cuando comencé a recibir y enviar pedidos me di cuenta que ya estaba embarcado en esta idea que ahora es Artelier.
¿Cómo surge el nombre?
Artelier es la combinación de dos palabras: taller y arte.
¿En tus palabras cómo definirías Artelier?
En Artelier creemos que no es posible crear un diseño sin primero conocer los procesos de manufactura. Todos los diseños provienen primero de un dominio de cierta técnica. Conociendo las cualidades de los materiales y las herramientas disponibles es posible entonces sentarse a plasmar ideas que sean factibles y funcionales. Esto no presenta una limitante para la creatividad, todo lo contrario, permite visualizar nuevas ideas que son viables para poner en práctica.
En Artelier buscamos crear piezas que han logrado conjuntar orgánicamente todas estas facetas. Solo entonces la creatividad tiene una oportunidad de traducirse en arte. Somos un taller que favorece la calidad de los materiales y la técnica para realizar diseños únicos.
¿Cuál consideras que es uno de los principales diferenciadores de Artelier?
Definitivamente la calidad, para cada mueble que fabricamos invertimos mucho tiempo en cuidar los detalles. Esto comienza desde la selección del material, trabajamos siempre con maderas sólidas que tienen excelente densidad y porcentaje de humedad, esto ayuda a tener un mueble estable y duradero. Son muchos los aspectos que se cuidan en la fabricación de una pieza: el acomodo de las partes para resaltar las vetas en la madera y embellecer nuestros diseños; la elección de los ensambles adecuados entre piezas que den mayor solidez y favorezcan la estética; la dedicación en el lijado y acabado de los muebles, etc.
Un gran diferenciador es que trabajamos las maderas con sus colores naturales, evitamos el uso de tintas y colorantes ya que esto hace que las piezas se vean más homogéneas y pierdan carácter.
¿Cómo es el proceso de venta?
La mayoría de nuestros clientes se acercan a nosotros por medio de clientes previos. Tuvieron ya la oportunidad de sentarse en un sillón o les gustó alguna celosía instalada en casa de un amigo. Tenemos presencia también a través de una pequeña red de distribuidores exclusivos y en las redes sociales.
En cualquier caso, tratamos directamente con el cliente para ver sus necesidades. Tenemos productos de línea y en ocasiones hacemos proyectos a la medida. En el caso del catálogo todos nuestros productos pueden personalizarse por medio de la selección de la madera y los tapices.
Una vez definidos los detalles del proyecto, este entra en producción la cual tarda normalmente de 4 a 8 semanas.
¿Cuáles son los planes a futuro?
En este momento nuestro principal objetivo es ampliarnos en cuestiones de espacio y personal. Evidentemente el gran reto es lograrlo manteniendo la esencia de la empresa. Para lograrlo es necesario que las personas que estamos en el taller disfrutemos y aprendamos constantemente de este oficio.
En Artelier trabajamos en un ambiente laboral muy horizontal en el que gracias a la experiencia adquirida todos somos capaces de tomar decisiones por nosotros mismos para sacar adelante los proyectos. Este ambiente favorece la cooperación y beneficia en gran medida nuestros diseños y la experiencia del cliente final.
No estamos interesados en una producción en masa en donde los miembros del equipo se vuelven meros operadores y pierden interés en su trabajo, sino que van generando con el tiempo un gran sentido de pertenencia el cual se ve reflejado en cada pieza ya que están conscientes del impacto que puede tener en el usuario final.
