En 2013 fundó Bolsa Rosa, empresa de RH que tiene como objetivo impulsar a mujeres, mamás y profesionistas que se encuentran en busca de empleos flexibles, generando oportunidades en las que puedan participar económicamente de manera activa, equitativa y segura. La regiomontana de 28 años de edad planea seguir expandiendo su proyecto, teniendo como meta final que éste llegue a toda Latinoamérica y Europa.
¿Cómo surge Bolsa Rosa?
Es una organización creada con gran pasión y amor para beneficiar a muchas mujeres, familias y empresas, buscando crear un cambio real en la cultura laboral de México y América Latina. La idea nace por el ejemplo de mi mamá, ella tuvo la fortuna de que la empresa en la que estaba le permitiera trabajar medio tiempo cuando nací yo, la segunda hija de tres mujeres.
Conforme fui creciendo y acercándome al mundo laboral, me di cuenta que el flextime no era algo normal en la generalidad. Las mujeres sacrifican el tiempo de su familia para trabajar o dejan truncos sus sueños profesionales. Fue por esa razón que empecé a investigar acerca del tema y detecté una gran necesidad que no estaba siendo atendida en el país.
¿Cuáles fueron los primeros pasos para iniciarlo?
Me ayudó mucho entrar a la Maestría de Innovación de Negocios en el CEDIM, porque ahí incubé el proyecto. Después de estar muy empapada del tema y tener muy claro mi objetivo, empecé a crear la empresa desde una pequeña escala, siendo yo la headhunter de mujeres y colocándolas en empleos flexibles para probar el mercado.
¿Qué retos implicó convertirlo en realidad?
Uno de los principales retos fue salirme de trabajar para dedicarle tiempo completo a Bolsa Rosa y arrancar la empresa en forma, dejar de tener un ingreso fijo para empezar a crear mi propio emprendimiento. Además, traer a México una forma de trabajar que no es muy común ha sido un tema complicado.
¿En qué consiste un trabajo flexible?
Es poder laborar en un esquema diferente al tradicional de tiempo completo (8:00 am a 6:00 pm en una oficina). La mayoría de las veces nosotros seguimos promoviendo el tiempo completo pero con diferentes reglas, puede ser un esquema combinado entre la oficina y la casa, horarios corridos y trabajos remotos o por proyecto, entre otros. Existen más de 10 esquemas de trabajo flexibles. En México, la tecnología ha ayudado mucho para poder empezar a migrar a esta tendencia; sin embargo todavía existe mucha resistencia, pues aún hay líderes con mentalidades antiguas que les cuesta romper o cambiar las políticas, el tema de confianza es el más delicado.
¿Quién representó el mayor apoyo o impulso para seguir adelante con este proyecto?
Yo misma, siempre he creído en mi proyecto, porque si no crees en ti mismo no sirve de nada que todo mundo lo haga. También ha sido muy importante el apoyo de mi mamá y mi esposo, pues siempre me han hecho notar todos mis avances. Y por último, mi mentor, llevo con él casi tres años y me ha ayudado mucho a aclarar detalles y establecer metas.
¿Cuál fue el hecho específico que demostró que podía tratarse de un proyecto exitoso?
Desde que lanzamos la plataforma en junio 2014 hasta la fecha, hemos visto un crecimiento constante de registros, tanto de candidatas como de empresas; además regresan a postular más y más vacantes, lo cual significa que han encontrado el talento que necesitan por medio de nosotros. Bolsa Rosa ha alcanzado éxito porque hemos abierto mucho mercado, no existe otra propuesta igual en el país o en Latinoaméricoa. Más de tres mil quinientas mujeres han conseguido un empleo por medio de esta bolsa de trabajo, y hemos apoyado a más de 16 empresas a implementar esquemas flexibles como política para hombres y mujeres.
¿En qué estatus se encuentra actualmente Bolsa Rosa?
Ya se empezó a monetizar la plataforma, y estamos ampliando nuestra red de headhunters virtuales para expandirnos a otras entidades, ese es el siguiente escalón para seguir el crecimiento a nivel nacional y buscar nuevas fronteras.
