Todas las grandes urbes del mundo a lo largo de su historia han tenido momentos trágicos o gloriosos. Recordemos un poco la historia de algunas de ellas: la caída de la milenaria Roma frente a las hordas bárbaras en el año 345, la de Constantinopla en 1345 ante Mehemet Alí, emperador de los turcos, el gran incendio de Londres de 1666 y el devastador incendio de Moscú en el frío invierno de 1812 y la compra de la Isla de Manhattan futura Nueva York en 1635. Nuestra ciudad de Monterrey presenta a lo largo de su centenaria historia tres grandes momentos sublimes. A continuación, demos un breve repaso a su primera fundación, su elevación a ciudad capital del estado y la llegada del FFCC detonante de su imponente desarrollo industrial.
UNO
Marzo de 1583. Ese primaveral mes llega al valle de Extremadura después de un largo recorrido desde el otro lado del mar y con la intención de establecer el reino milenario profetizado en el Nuevo Mundo. El aventurero don Luis de Carvajal de la Cueva tomó el título de gobernador a perpetuidad para él y sus descendientes del inmenso territorio que se llamaría Nuevo Reino de León. Enriquecido en América por sus inversiones en haciendas, venta de esclavos e indios regresa a la Madre Patria a principios de 1579. Enterado de su arribo, el rey don Fernando II le manda llamar y a cambio de 2 millones de Maravedíes Plata le concede el vasto Reino de León. Así se inició una de las más grandes operaciones de exploración, pacificación y fundación de ciudades en toda la América. El 24 de abril funda la Villa de San Gregorio de Cerralvo y 11 meses después fundan, aquel inolvidable marzo de 1583, la Villa de San Luis Rey al pie del majestuoso Cerro de la Silla, primera fundación de nuestra ciudad. La villa prosperó y en 1593 se registran entre el gobernador Carvajal y el virrey problemas de jurisdicción, este queriendo quitarle el reino descubre sus orígenes judíos. La Inquisición lo arresta de inmediato y comenzó una despiadada persecución de judíos, tan grande fue el terror que el reino y la villa se despoblaron.
DOS
Mayo 7 de 1824. Larga había sido la Guerra de Independencia y alto el precio que se pagó por la libertad. La república se erguía sobre sus escombros y todos éramos ciudadanos mexicanos. El 24 de enero de ese año el Honorable Congreso Nacional decretó que seríamos una República Representativa y el estado libre y soberano de Nuevo León se adhirió a ella con capital en la ciudad de Monterrey. Nombrada oficialmente el 7 de Mayo.
TRES
Agosto 31 de 1882, jueves. El tercer momento sublime fue al atardecer al filo de las 8pm de un ardoroso día, retumbó por todo el Valle de Santa Lucía de Monterrey, lo que muchos diarios de la época afirmaron que era el heraldo de una nueva época. El silbato de la primera locomotora. Llegó a los patios de la llamada Estación de FFCC, El Nacional situada entonces en la esquina de las actuales avenidas de Pino Suárez y calzada Madero. Fue una gran hazaña dado que todavía a las 6 pm se estaban tendiendo los últimos tramos de la vía férrea, exactamente dos horas después entró con gran garbo y elegancia la imponente máquina de vapor. La llegada del FFCC a la metropolitana Monterrey no solo trajo viajeros y mercancías sino también nuevas ideas, modas, inversiones. Lo que hasta entonces era una ciudad provincial se vio catapultada hasta convertirse en una gran metrópoli industrial. En los siguientes 10 años las inversiones en industrias de todo tipo se multiplicaron, más de 100 millones de la época fueron invertidos y miles de empleos se crearon, había comenzado la gran bonanza.
