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abril 18, 2024

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¿LOS MEXICANOS CONSUMIMOS CALZADO CHINO SIN VERIFICARLO?

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En esta época de excelentes pretextos para regalar y regalarnos miles de cosas, muchas veces no nos damos cuenta qué consumimos.
   Voy a ser sincera y contarles que no sé si fue mi cercanía con la cobertura de la fuente, envolverme en el tema por varios años, presenciar el desgaste de los presidentes de la CICEG, o simplemente por ser leonesa e identificarme con el oficio de la ciudad, pero hay un sentimiento especial por saber donde fueron hechos los zapatos que consumo.
    Con la lluvia de ofertas y la ansiedad de las tiendas por terminar con las existencias, los costos son muy por debajo del mostrado en el aparador normal en estas épocas del año. Como si hubiera una encomienda a terminarse el dinerito que le quedó después de tantas fiestas, en ropa y calzado.
   Como toda mujer, tengo una fascinación especial por los zapatos, sean altos, bajos, cuñas, tacones, plataformas, tengo un gusto especial por el calzado y siendo de una talla especial, no me resisto a encontrar calzado en oferta.
     Visité una tienda de una cadena internacional de marca colombianam las prendas son de calidad, cuentan con diseños para la mayoría de los gustos y el costo es similar a las prendas de la cadena española Inditex: alto pero con buenas rebajas.
     En temas de calzado, mencionar Colombia es sinónimo de diseño y tendencia, pues junto con Brasil y México se pelea por innovar en el tema.
      Cuando estaba a punto de probarme el calzado de la tienda, vi con desilusión la etiqueta: MADE IN CHINA. Lo dejé rápidamente, como si hubiera pasado algo malo.
    La elección de no consumir calzado chino la he hecho desde hace un par de años y siempre ha estado en mi cabeza retumbando: es mejor comprar lo hecho en México.
   Recorrí otra tienda, LOB, una empresa mexicana de Zapopan, Jalisco. La tierra tapatía y Guanajuato se han disputado el título de mayor creador de calzado, desde que Guadalajara decidió apuntalarse en calzado de dama. Con la confianza de la empresa, me probé un par, el costo fue bajo y me los llevé. Hoy los volví a probar ya en el hogar y mi sorpresa fue terrible: MADE IN CHINA.
   ¿Qué nos esta pasando? ¿Ya no creemos ni en nosotros mismos como industria? ¿Por qué empresas mexicanas de talla internacional están metiendo al país calzado hecho en tierras del enemigo comercial?
     Las cadenas internacionales que compran calzado chino sobreponen su marca e introducen sus productos a todo el mundo, ¿no están rompiendo con tratados?
     No digo que todos los mexicanos consuman siempre calzado chino, pero ¿usted se ha tomado la molestia de preguntar de donde viene el calzado que porta?
    Grandes cadenas departamentales, tiendas de ropa, accesorios y más, siguen introduciendo calzado chino al país de forma desmedida. Incluso, en el tradicional rumbo de Zona Piel en León, donde se supone que las fabricas de la ciudad venden directo su producto, también vende calzado chino.
    Los asiáticos siguen metiendo su calzado por doquier, con cualquier tetra y por cualquier puerto, pero la culpa no la tiene el chino, si no el zapatero que no trabaja como debe.
     Si los mexicanos innovaran un poco más en temas de diseño, materiales y colecciones, no habría porque consumir productos desechables como los chinos. Ya en temas de costos, hay zapateros que con un lote quieren salir de todo problema económico, y esa no es la clave.
    ¿Se volverá tan caro y obsoleto el calzado mexicano, que ni él mismo lo consuma? Los números en las Cámaras del Calzado Estatales son números felices (o por lo menos los que ellos dan), y por ahora los productores mexicanos no se han atrevido; sólo unos cuantos han innovado y se han arriesgado a seguir los consejos de consultores de tendencias, otros tantos se han dedicado a triunfar a costillas de las grandes marcas, haciendo copias casi exactas del producto de pasarela.
   Se necesita, como siempre, calzado triple B: bueno, bonito y barato, no por malbaratar el trabajo del zapatero, sino para adecuar el producto al bolsillo del mexicano promedio.

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