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marzo 29, 2024

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SÚPER AUTORIDADES

Por

Alejandro Guerrero Aguirre
Socio GOV Fiscal y director del área legal
aga@govfiscal.com
“Mientras tanto en el Salón de la Justicia…” frase utilizada en la serie animada Súper Amigos de los años 70 en la que se reunían diversos superhéroes para combatir a los villanos; pues bien, nada dista de aquel mundo de fantasía y de animación de nuestro entorno fiscal, toda vez que la autoridad ha sido dotada de súper poderes para determinar el debido cumplimiento de obligaciones fiscales, partiendo, según la Procuraduría de la Defensa del Contribuyente, en su criterio 2/2015/CTN/CS-SPDC: “de la premisa de la mala fe del contribuyente, al presumir que las operaciones de las que derivan los ingresos como las deducciones manifestadas por este, están diseñadas con el único fin de evadir la acción fiscalizadora”, pareciendo así que el rol de villano es interpretado por el contribuyente.
   Esto es así, pues a través de la sistematización, el Servicio de Administración Tributaria, el Instituto Mexicano del Seguro Social, autoridades fiscales coordinadas, secretarías, procuradurías, en conjunto con las instituciones financieras (nacionales o extranjeras) y aerolíneas, comparten la información de los gobernados para comprobar la debida tributación; posibilitando así, el ejercicio de auditorías o procedimientos de operaciones inexistentes o de discrepancia fiscal.
   Por si esto no fuera suficiente, nuestro máximo tribunal (Suprema Corte de Justicia de la Nación) declaró la constitucionalidad prácticamente de toda la reforma estructural en materia fiscal, avalando la contabilidad electrónica, buzón tributario, facultades electrónicas y declaración de operaciones relevantes, aunado a las nuevas obligaciones y plataformas de comprobantes fiscales digitales (versión 3.3 y su extenso catálogo) y prellenado en declaraciones.
   Por lo que, en estas “épocas tenebrosas” en las que el contribuyente “abusa del sistema”, se recomienda hacer un ejercicio de introspección fiscal y tener presente que, a través de la tecnología que disponen nuestras autoridades, cuentan con prácticamente toda la información relacionada con nuestras obligaciones fiscales, lo que trae como consecuencia que el procedimiento de fiscalización sea mucho más efectivo al que nos tenían acostumbrados.

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