Estados Unidos, Canadá y México. Un presidente sin precedentes, uno que se convirtió en una celebridad mundial y otro que destaca por sus malas decisiones. Tres personalidades dispares, distintos intereses y un mercado volátil han causado el inminente colapso del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) , el cual ha causado un estado de incertidumbre en el país y situación que podría llevar la inflación en México a 4.5% durante 2018,con el tipo un tipo de cambio del dólar que podría alcanzar los 25 pesos.
Hasta el momento los representantes de estas naciones se han reunido en cuatro ocasiones, la última de estas terminó por sacar a la luz las diferencias entre los socios comerciales. Estados Unidos dice sentirse decepcionado y sorprendido por la resistencia al cambio de sus todavía socios, y amenaza con desalentar que las empresas estadounidenses inviertan en México y Canadá.
Tras esta situación, que definitivamente coloca en un estado de vulnerabilidad a nuestro país, México ha implementado un plan B, el cual consiste en diversificar sus exportaciones a la Unión Europea, Japón y Brasil, con la intención de amortiguar y prever la situación que se nos vendría encima en caso de que alguno de estos países dejara el tratado.
Este plan ha resultado acertado hasta el momento, sin embargo, significará años de trabajo, pérdidas financieras, reubicación de mercancía, -sobre todo del sector agrícola-, y renegociaciones con varios países. Expertos en el tema esperan que después de la tormenta venga la calma, y se muestran optimistas con respecto a colocar los esfuerzos del país en nuevos mercados.
México, hasta el momento, se encuentra firme en sus negociaciones y sus condiciones para permanecer en el TLCAN, e incluso han asegurado que el país prefiere salir del TLCAN antes que tener que lidiar con las condiciones de Trump, y están dispuestos a esperar al siguiente presidente para poder renegociar, mientras tanto, es momento de mirar hacia otros horizontes.
