PLAYERS_OF_LIFE_LOGO_22
abril 25, 2024

, ,

Un impacto al espíritu y el corazón

Por

Rodo Padilla, reconocido por sus famosas esculturas de “gorditos”, se adentra en su esencia y nos platica sobre sus dos proyectos: Talleres Rodo Padilla, y su colección personal De Los Niños Es El Reino De Los Cielos, en la que logra plasmar con profundidad su ser.

Apesar de ser conocido por la mayoría de sus seguidores y los turistas que viajan a Tlaquepaque exclusivamente con la ilusión de conocer el taller de Rodo Padilla, lugar en el que se hacen los famosos gorditos, y con suerte conocerle a él; el artista no comenzó su carrera con estos emblemáticos personajes.

“La realidad de las cosas es que nunca quise hacer gorditos. Yo comencé haciendo tazas para café, y me iba realmente bien exportando todo lo que hacía. Mis productos, o el 98% de ellos, se iba a Estados Unidos”, comienza a relatar con un tono melancólico el aclamado escultor.“El pago que recibía era en dólares, lo cual era conveniente. Sin embargo, en el 93, el peso mexicano se fortaleció ante el dólar y ya no me era conveniente recibir los cheques en dólares. Por esto, comencé a perder ganancia hasta llevar el negocio a la quiebra”, platica.

Tras ese tropiezo en el camino, dejó su taller a sus empleados y puso su mente a pensar en qué haría ahora él. “Como consecuencia de la quiebra, no tenía dinero para la liquidación de mis empleados, por lo que les dejé el taller. Les dije que les dejaba hornos, equipos, y todo lo que necesitaban para seguir produciendo. Pero, como soy un enamorado de la cerámica, me puse a pensar qué hacer”, comenta el artista.

“Le dije a mi esposa que iba a diseñar figuras que, a partir de una forma geométrica u orgánica, pudieran transmitir el carácter de un mexicano. Eso fue lo que quise hacer. Tomé la esfera, tomé las formas orgánicas como la gota de agua, el cono; y con eso comencé a hacer a los diferentes personajes que representan para mí la esencia de un mexicano”, agrega.

Detrás del nombre de “gorditos”, el artista da total crédito a la gente que adquiría sus piezas. “La gente le puso el nombre de “gorditos”, por eso se llaman así; yo lo que buscaba era representar un mexicano que naciera de una forma geométrica. Con el tiempo diseñé más piezas con formas tomadas de otras figuras como la manzana, la uva, el huevo y el pino de boliche. Todo eran formas, no gorditos; y ¡eso fue lo padre! La gente llegaba y me decía que alguno de mis mexicanos se parecía a su tío, a su papá, etc. Con esto comenzó una parte”, explica.

“Mi plan original era trabajar en casa y hacer las figuras yo solo, pero sucedió algo inesperado: el peso mexicano volvió a devaluarse. Con esto, me acerqué a los que habían sido mis empleados para hacerles saber que ya podían volver a tener utilidades exportando. Ellos insistieron en que regresara para volver a trabajar conmigo, quisieron volver a tenerme como patrón. Con esto decidí retomar lo que había dejado, continúe mi proyecto de personajes mexicanos –o gorditos- y todo tuvo gran aceptación para mi sorpresa”, añade.

Talleres Rodo Padilla, nació de esta nueva etapa en la carrera del galardonado artesano. “En este punto, tenía las tazas y los gorditos. A partir de esto nació Talleres Rodo Padilla en el que contraté gente, capacité personas que no tenían idea de nada de artesanía, y hoy son artesanos consolidados. Traje a trabajar conmigo personas que venían de laboratorios, tiendas, y encontré gente muy hábil; tomé gente de Tlaquepaque que vive cerca del taller, y son personas que hasta el día de hoy siguen trabajando conmigo y pertenecen a Talleres Rodo Padilla”, acota Padilla.

El proceso de creación de cada una de las piezas que se realizan para Talleres es único, y es trabajado en conjunto por Rodo Padilla y los artesanos. Detrás de cada gordito hay trabajo creativo, dibujos, molduras y una prueba para que el resultado final sea digno. “El proceso de creación comienza conmigo diseñando, dibujo y coloreo también. Ya sea que yo lo modele o me ayude por alguien de mis artesanos que ya me conocen, y entonces lo hagan ellos y yo supervise”, comenta.

Lo que más disfruta el artesano de su trabajo diario es todo lo que conlleva el proceso. “Soy un enamorado de la cerámica y sus procesos, del diseño, de México y del ser humano. Dios nos ha creado, me ha hecho capaz de amar y valorar a la gente en general, pero sobre todo a la que está cerca de mí. rear una pieza figurativa es una experiencia padrísima. Tengo mi línea personal a la que he llamado De Los Niños Es El Reino de Los Cielo, que habla mucho de lo que tengo en el interior, lo que siento por Dios, por la vida; simplemente, por todo. Actualmente me dedico más a esta línea, sin dejar del lado diseñar piezas para Talleres Rodo Padilla o gorditos.”

Rodo Padilla reconoce no tener una pieza predilecta, ya que cada una de sus creaciones tiene algo especial para él. “No te puedo decir que una pieza sea mi favorita porque hay muchas, diferentes líneas y etapas. De momento, mis predilectas son las que creo en lo personal porque hablan mucho. A veces, sí son esculturas muy intensas, y hasta cierto punto difíciles. Los gorditos, por otro lado, me divierten muchísimo, me gusta diseñarlos, modelarlos, a pesar de tener un grupo de talentosos artesanos que me ayudan a hacerlos.”

Su talento ha conquistado la mirada en México y el mundo por la calidad de expresión que se ve impresa en cada una de sus piezas. “Las piezas que pertenecen a mi línea De Los Niños Es El Reino De Los Cielos hablan de lo que hay en mi corazón de una manera profunda. El gordito habla de una representación de lo que para mí es el mexicano en su carácter y su vida cotidiana”, comenta.

Tras el nacimiento de Talleres Rodo Padilla a principios de 1994, se dividió en dos diferentes proyectos, ambos con éxito. “La diferencia entre Talleres y Rodo Padilla, es que en Talleres se hacen todos los diseños que creo y mis colores, desarrollados en casa, se utilizan los hornos y el equipo para trabajar hechos ahí mismo. En Talleres tengo un grupo de artesanos altamente capacitados que tienen un tiempo conmigo, quiero mucho, y hasta nos hemos convertido en familia. Rodo Padilla, por otra parte tiene su individualidad. Tengo 10 años haciendo piezas dentro de la línea De Los Niños Es El Reino De Los Cielos, con oportunidad de presentarlas en Nueva York, Miami, Las Vegas, etc. Además, gané el Premio a la Escultura otorgado por la Feria de Arte de Nueva York”, cuenta el galardonado.

Al querer saber qué depara el futuro para Rodo Padilla, y cuáles son los planes que se tienen, el artista hace mucho hincapié en vivir en el presente. “Realmente no sé qué viene para Rodo Padilla en un futuro. Hace 23 años tuve una experiencia con Dios que transformó mi vida y los planes que yo tenía, todo el futuro como lo tenía planeado se derribó y fue cuando comencé a dejar mi vida en manos de Dios. A través de mi relación con Cristo, dejando fuera cualquier religión ya que no soy practicante ni pertenezco a ninguna, cambié y acepté que el plan lo tiene él, no yo. He dejado mi vida en sus manos, y el resultado ha sido bueno. Jamás imaginé en ser un artista, tener una galería propia o estar cerca de exponer mis piezas en galerías internacionales importantes; yo soñaba con un tallercito de 100 metros cuadrados y no más. Al pensar en qué voy a hacer, no lo sé; pero, sí sé que el futuro viene de fincar un presente que se vive al día. Quiero crecer más en amar al prójimo, a mi familia; y en el trabajo mejorar la calidad de expresión. Que cada pieza que yo haga impacte al espíritu y el corazón del que lo observa. Entonces, vivo en el presente, no tengo preocupaciones por lo que atravesamos ahora y confío en que saldremos adelante”, concluye Rodo Padilla.

Suscribete a nuestro

NEWSLETTER

+DESTACADO