El negocio de sus sueños les llegó a Vanessa González y a Maricarmen Lugo cuando una inmobiliaria les dio la oportunidad de hacer un proyecto de interiorismo. Tras años de estudiar y trabajar en cosas que nada tenían que ver con su verdadera pasión, el diseño, las tapatías encontraron la posibilidad de probarse como decoradoras y de abrir Interdek, el despacho creativo con el que se estrenaron como empresarias hace cinco años. Sin duda, las cosas han salido bien para estas dos jóvenes empresarias que ya trabajan con hoteles, residencias y oficinas corporativas de Guadalajara, Ciudad de México y Los Cabos.
Hace cinco años que Vanessa González y Maricarmen Lugo se convirtieron en empresarias… por accidente.
Ninguna de las dos se había propuesto abrir un estudio de diseño como Interdek, y mucho menos convertirse en directoras operativas y creativas de un negocio, pero por azares del destino, las dos se volvieron amigas y poco a poco se alentaron a desarrollar el proyecto en conjunto.
“La idea era tener un negocio más pequeño, algo que las dos pudiéramos controlar sin mayor problema; sin embargo, la oportunidad de trabajar con una inmobiliaria se nos presentó y decidimos aventarnos”, cuenta Maricarmen Lugo, directora de operaciones del estudio.
“No teníamos realmente capacitación en diseño de interiores. En mi caso había estudiado mercadotecnia en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Oriente (ITESO) y trabajado en las áreas administrativas de una empresa de construcción y de una inmobiliaria, y hasta ese momento mi única experiencia en el mundo del diseño consistía en haber remodelado un departamento”, explica.
Vanessa, por su parte, acababa de salir de la congregación de los Legionarios de Cristo, donde se había especializado en psicología, pedagogía y teología, y se encontraba apenas en su tercer mes de estudios de Diseño de Interiores en ÚNICO cuando todo empezó.
“Tomé la decisión de cambiar el rumbo de mi vida y entré a estudiar lo que en verdad me apasionaba desde niña: el diseño”, comenta Vanessa, actual directora creativa de Interdek.
“Cuando Maricarmen y yo nos conocimos, que fue cuatro meses antes de empezar con el estudio, ninguna de las dos pensábamos en tener un despacho que diseñara, produjera y montara el mobiliario de hogares y corporativos completos, pero cuando nos buscaron de una inmobiliaria para ofrecernos hacer su casa modelo y su oficina de ventas en cuatro semanas, no lo pensamos dos veces y aceptamos”, detalla.
De hecho, las dos socias coinciden en que fue un primer reto nada sencillo de cumplir, pues no contaban con diseñadores gráficos o proveedores que les facilitaran el proceso de conceptualizar y producir los materiales necesarios para entregar en los tiempos que les pedía su cliente.
“En una semana tuvimos que hacer lo que por lo general lleva meses de planeación. Organizamos la empresa, la dimos de alta, le pensamos un nombre, y comenzamos a trabajar con la velocidad que nos exigía la inmobiliaria”, agrega Maricarmen.
Improvisaron su oficina en una sucursal de Starbucks y ahí le dieron vida a Interdek, un despacho de diseño que, después de cinco años de trabajo, cuenta ya con 324 proyectos en ciudades como Guadalajara, Ciudad de México, Los Cabos y Acapulco.
“Somos un despacho preocupado por las necesidades de nuestros clientes. No los condicionamos a que nos compren un proyecto con un mínimo de espacios o de inversión. Adaptamos los materiales o las condiciones para que los clientes puedan tener un espacio lindo y bien pensado en el marco de sus posibilidades”, precisa Vanessa, quien se encarga de dar seguimiento a los 23 clientes que atendieron tan solo en enero.
Entre los proyectos más emblemáticos de Interdek están las suites del hotel ME Cabo, en Los Cabos; las oficinas corporativas de Media Frame, en la Ciudad de México, y las instalaciones de Worklabs, un edficio de coworking que está por abrir sus puertas en Guadalajara.
Además son socias comerciales de grandes inmobiliarias como Tierra y Armonía, San Carlos, Desarrolladora West y Hogares Unión, empresas con las que aún hacen proyectos como el que las hizo crear Interdek en 2012.
“Son cinco años de confiar una en la otra, de sacar proyectos adelante sin importar los problemas, de ver nuestras vidas personales cambiar y de saber que tenemos una empresa comprometida con la calidad y el buen servicio”, concluye Maricarmen, quien en estos años también se convirtió en esposa y mamá.
