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marzo 28, 2024

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Una experiencia a través de los sentidos

Por

Sereno, contemplativo, con una ligera sonrisa y con una mirada profunda es como Rogelio Guadalupe recibe a quienes visitan la exposición de sus piezas que se apoderaron de los espacios de una casona ubicada cerca del corazón cultural tapatío para ofrecer una experiencia increíble a través de los colores, materiales e iluminación.

El equipo de Players of Life visitó su exhibición para contemplar sus creaciones y conocer la fuente de inspiración del amante de los nigiris y los perros.

¿Cómo fue que te convertiste en artista plástico?

Todo empezó desde que era pequeño. Desde que tenía 4 años tengo registro de obra.

En ocasiones pintaba a mi mamá o a las personas que estaban en el cafecito con mis papás y desde ahí, no he parado. Duré más de un año y medio sin dedicarme solo al arte porque estaba estudiando arquitectura, pero nunca lo dejé. Sin embargo, fue hasta los 17 años que me metí de lleno.

Hablando de materiales y técnicas, creo que aprendí mucho viendo la obra de otros y tengo de inspiración la vida misma, cosas cotidianas como una señora barriendo las hojas en la calle.

 

El cuadro del señor con el nigiri en la  cabeza tiene toda una historia. Soy amante de los nigiris y me gusta mucho ir yo solo a la barra del Suehiro. De repente, así como en algún momento me convertí en cabeza de perro con mirada de perro, en ese momento me convertí en un hombre con cabeza de kamatoro. La música del Suehiro es como la que ponen en los lockers de un club, es idéntica a la del restaurante cuando llegas a la 1:50 de la tarde que no hay nadie y se siente el mismo mood, hasta pareciera que están todos los viejitos ahí. Entonces, me imaginé que era mi abuelo porque desde chico llevo viendo ese acto de abrir el locker, ponerse la toalla e ir con la canasta al vapor.

El tema de sudar lo relaciono con el té verde, que funciona muy bien para trascender la experiencia de un nigiri, casi van de la mano. En el cuadro el hombre está tomando té verde y él es un cabeza de kamatoro, está representada la experiencia tan exquisita dentro de la simpleza de lo profundo de los nigiris, como el chef japonés Jiro Ono que ya falleció.

El perro al lado lo puse para representar la frase: “el perro es el mejor amigo del hombre”, entonces aquí aparece como “el perro es el mejor amigo del hombre cabeza de nigiri”.

¿Qué disciplinas practicas más?

La verdad no paro de experimentar. No podría decir que estoy en una en específico, más bien constantemente busco nuevos materiales y nuevas maneras de expresarme, como por ejemplo, juego con los reflejos, pigmentos naturales, etc.

No podría decir que tengo alguna favorita en especial. Cada uno tiene su encanto, por ejemplo, la pieza rectangular que tenemos aquí a espaldas me abrió las puertas porque me tomó 14 meses hacerlo y ahora puedo durar en una pieza 3 años y no pasa nada.

La pieza se basa mucho en el tema del reflejo, el marco está trabajado así para reflejar el trabajo del canto.

No me gustaría encasillarme en decir que tengo un sello en específico porque desde que despierto a la vida, o sea desde chico, lo que trato es de descubrir y redescubrir, entonces lo que está pasando ahorita seguramente mañana será distinto.

¿Cómo es un día de trabajo para Rogeré?

Jazz, café, ir a Fitzroy  a platicar con Freddy (uno de los dueños), caminar por la colonia Americana. Disfruto ir a museos, pasear en moto, andar en longboard, sacar a mi perro Justo a pasear. Me gusta contemplar, disfruto mucho acomodar, y en la noche, me dedico a iluminar el espacio, modular la iluminación, pasear con mis amigos. Últimamente jugamos mucho Catan y está muy divertido.

¿En qué te inspiras para crear tus pinturas? ¿cómo es el proceso?

En la vida misma. Caray, el proceso es muy variado porque conforme me tomo mi tiempo y no le meto prisa, se va construyendo en mi cabeza.  Tengo un cuaderno con bocetos numerados y de repente cuando estoy creando hago relación, por ejemplo pienso en la pieza 130 y ya busco la página y empiezo a construir.

¿Quiénes son tus pintores/artistas favoritos?

Admiro piezas en particular, tal vez no admiro toda su obra, pero me podría referir a una pieza del escultor Anish Kapoor, que es un círculo cóncavo de tonos rojizos a plateado. Hay una que me movió mucho una vez que visité la galería de Hilario Galguera, sacó una pieza del artista contemporáneo Demian Hirst que era un corazón con púas y una daga  flotando en formol, me quedé casi media hora viéndola.

También hay otras obras de Francis Alys que disfruto mucho. De aquí de Guadalajara, me gusta el trabajo de José Dávila. También disfruto mucho las obras que están en el Museo de Louvre, todo lo clásico. Tal vez de ahí viene la influencia de haber sacado retratos con tonos muy oscuros, claros, utilizar los marcos barrocos.

¿Hay algún cuadro o pintura que te haya marcado? ¿Por qué?

Sí, de los que están ahorita aquí el que tienes atrás de ti.

Le quité los títulos a toda mi obra. Eso pasó un día de pesca. Hablando de qué hago, es de las actividades que más disfruto: pescar.

Por ponerle un título general a la colección que presenté hace unos días sería “Feromona”, a toda la experiencia. Creo que sería una buena manera de separar todo lo eléctrico y los colores.

La colección de los retratos de los perros lo simplificaría como “Brous”.

Piezas como la que me dijiste que parece un iris me está dejando mucho. Llevo muy poco viviéndola, la mandé encapsular a México y me llegó dos días antes de la exposición aquí en Guadalajara, entonces apenas la estoy viviendo. Fue un trabajo digital de otra de mis obras que había pintado a mano y la otra, en menos de un mes hice el trabajo digital y la encapsulé. Trae una energía, me captura, siento que explota, de repente como un iris, o como un caramelo, amo los colores.

La pieza del pigmento también me transmite mucha energía, en la noche cambia mucho con la iluminación.

Cuéntanos acerca de tu más reciente colección ¿cuántas piezas las componen?

Está compuesta por 30 piezas, son 15 originales y 15 reproducciones. Disfruté muchísimo que la vinieran a visitar el día de la apertura y todavía la sigo disfrutando, hago citas y recibo a las personas con mucho gusto, los escucho y en vez de decirles yo de qué trata, más bien se ha invertido el proceso, yo ya los veo disfrutar y contemplo la manera en que lo interpretan ellos mismos, esa es una parte muy padre. Empiezo a platicar con la gente y comienzo a disfrutar mucho más esto.

¿Cuál consideras que ha sido lo más difícil en tu carrera como artista plástico?

El tema de la paciencia, a veces lo veo como algo muy valioso y en otras ocasiones me cuesta trabajo. Creo que cada vez mi carrera lleva un ritmo más liviano y cada que estoy en el tema de la paciencia, empieza a fluir todo y se comienza a ampliar el panorama. Ha sido todo un tema colocar la obra porque alguna vez llegué a tener mi propia galería, pero yo me dedico a vender, entonces ahorita que estoy terminando la colección.

Tiene su encanto ser artista, necesitas mucha paciencia, pero amo profundamente lo que hago, realmente no importa cómo vaya a pasar. De alguna forma siento que yo no decidí estar en esto, más bien nunca dejé de estar en este mundo.

¿Cuáles son tus planes a futuro?

Entre mis planes también está llevarme la colección a México, aún faltan algunas piezas, o más bien siempre salen nuevas, entonces me gustaría presentarlas allá para que tenga un toque diferente.

Próximamente me gustaría abrir una tetería florería, amo las dos cosas, entonces va a estar padre. Estoy disfrutando mucho a mi hija que se acaba de venir a vivir a Guadalajara, y eso me tiene muy contento. Además, ahorita estoy investigando para hacer una residencia en Tokio, Japón.

 

 

 

 

 

 

 

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