Alejandra y María José siempre han coincidido en dos puntos; el primero es su fascinación por los productos y artesanías mexicanas, y el segundo la poca oferta de ropa de playa con propuesta. “Coincidimos que en productos y artesanías mexicanas existía un potencial mal canalizado y tradiciones que necesitaban edición para traerse al mundo moderno. Además, notamos un área de oportunidad en la ropa de playa, ya que a la existente le hacía falta propuesta y materiales que respiren”, comentan.
Las fundadoras tienen un largo camino recorrido, ya que se conocen desde la universidad, momento en el que hicieron clic por su gusto por la moda, por ver pasarelas y páginas de ropa. Desde ese momento, la idea de un proyecto como el que hoy es una realidad cruzó por su mente. “La idea de un proyecto del tipo siempre estuvo en nuesta mente. Años después, cuando me fui a vivir al extranjero por un año y medio, Ale me habló y me platicó que por fin iba a atreverse a llevar a cabo el proyecto que tanto habíamos platicado”, cuenta Majo.
Alejandra comenzó con el branding de la marca y a aterrizar ideas por su cuenta, y no fue hasta el regreso de María José a Guadalajara que la buscó para proponerle la sociedad. “Casi 3 años después de que Ale empezó a darle forma a la idea, aquí estamos, dos estudiantes de comunicación, súper amigas, emprendiendo un proyecto que nos apasiona, y que además, tiene la intención de preservar y fomentar la cultura y tradición de los talentosísimos indígenas mexicanos”, agrega María José.
La respuesta que la gente ha tenido a la nueva propuesta de ropa sencilla, fresca, a los materiales y diseño de las prendas ha sido sorprendente para las emprendedoras. “Teníamos la idea que ha perseguido al consumidor mexicano por mucho tiempo: el malinchismo. Pensábamos que el mercado mexicano no era parte de nuestro mercado meta y, al contrario, es el país que más compra nuestra ropa. Ha sido increíble ver como la gente aprecia y valora el talento y los productos mexicanos cada vez más”, platican.
La propuesta de AVVE Collection se basa en bordados que han existido siempre, de una manera más minimalista, editada y moderna. La tela que utilizan para la confección de sus prendas es de fibras naturales y ha sido un diferenciador importante, ya que respira y está hecha para el clima que tiene la playa.
Promover la cultura de México ha sido un reto, pero uno bastante diferente al que tenían Ale y Majo en mente cuando comenzaron el proyecto. “La parte del proceso que más trabajo nos ha costado es crear consciencia en los artesanos sobre la importancia que tienen para nuestra cultura. Cuando un extranjero escucha que eres mexicano, no pueden evitar mencionar nuestra comida, el día de muertos, nuestras artesanías y todo aquello que implica hacer honor a nuestra rica cultura. Son precisamente las comunidades indígenas las que han pasado platillos mexicanos generación tras generación, los que festejan en grande y con todas sus peculiaridades el día de muertos, los que pasan por generaciones las diferentes técnicas de telares, bordados, arte, etc. Sin embargo, es un reto que reconozcan la importancia y gran papel que juegan, aún en un mundo globalizado, son sus diseños los que los hacen únicos y necesarios para distintas industrias que se dedican a mover a México”, añaden.
Movidas por la tendencia del mundo actual dirigida a lo sustentable, aquello que tenga bajo impacto en el medio ambiente y los proyectos con causa, AVVE promueve el slow fasion con piezas en su mayoría atemporales y con materiales de calidad para asegurar que sean prendas que puedan tener vida útil por muchos años. “Nuestras telas son de fibras naturales, así que tienen bajo impacto con el medio ambiente. Nuestro valor agregado más importante es integrar bordados de artesanos indígenas mexicanos en ropa catalogada como moderna; queremos que personas de todo el mundo se vean bien mientras portan un pedazo de nuestra hermosa cultura”, mencionan.
Las redes sociales han sido un aliado en la estrategia para viralizar AVVE Collection, sin embargo ambas consideran que es muy pronto para tener una medida exacta del impacto que se ha tenido por este medio. “Es un poco temprano para medir el impactor en nuestras redes sociales, aun así, creemos que vamos por buen camino, ya que hemos tenido comentarios de personas de Dubai, Rusia, y hasta la modelo de Victoria’s Secret, Candice, nos regaló un like en una foto, casi lloramos de emoción”, ríen mientras relatan esta anécdota.
Las jóvenes empresarias creen que emprender no depende de un momento en específico, hay que hacerlo, y listo. “Siempre es el momento adecuado para emprender, y simultáneamente nunca lo es. Es un paso que da mucho miedo, hemos invertido mucho en este proyecto, tanto monetaria, como emocionalmente y el miedo al fracaso no se ha ido del todo. Creemos que lo peor que puede pasar en la vida es no intentarlo. Hablando del mercado, reconocemos que México está de moda, por lo que vimos la oportunidad de entrar en un mercado emergente y cumplir nuestro sueño. Así que aquí estamos, sin estudios en diseño de modas, con una colección de 16 prendas diseñadas por nosotras y muchos aprendizajes”, finalizan.
