Tener la boda perfecta es el sueño de toda novia. Así que, cristalizar ese día en momentos y recuerdos que se puedan apreciar para toda la vida es indiscutible. Camila Urrea, se ha desenvuelto como fotógrafa de bodas creando un trabajo permeado por la experiencia hacia el cliente que genera con sus novias y la importancia de que los retratos sean auténticos a la realidad de la pareja. Sus fotos se difunden ampliamente por las redes, posicionándose como fotógrafa clave en la industria de las bodas. Camila nos platica sobre la marca que ha creado alrededor de su pasión y la trascendencia que ha tenido su trabajo gracias a la rendición a su propia autenticidad acompañada por su propia inversión.
Su experiencia y trayectoria como fotógrafa comenzó hace alrededor de 8 años, cuando sus papás le regalaron una cámara.
“En ese entonces vivía en Vail, Colorado, así que el paisaje se prestaba mucho a ser fotografiado. Muchas veces me llevaba a mis amigas y les tomaba fotos con paisajes increíbles. Cuando regresé a Guadalajara, la fotografía pasó de ser un hobby a ser algo que comienzo a considerar un trabajo. Empecé tomándoles fotos a mis amigas para armar mi portafolio y con el tiempo se empezó a pasar de boca en boca que tomaba fotos. Así me empiezan a llegar más trabajos y lo empiezo a hacer algo más recurrente.
“Lo que me llevó a convertirme en un fotógrafo fue, yo creo, la belleza de las cosas. El poder captar un momento y hacer que se convierta en un recuerdo para toda la vida no tiene precio para mí. En los viajes, me quedo sin palabras cuando puedo retratar la esencia del lugar y por medio de mi cámara ver qué es diferente, qué detalles me inspiran, y qué recuerdos se pueden quedar conmigo para siempre”, recuerda.
Ella define su trabajo como algo relacionado con el arte, diseño, viajes, ya que le encanta aprender y conocer cosas nuevas.
“Me fui hace unos meses a Hawái a tomar un taller y sin que hablara acerca de mí, las personas que conocí me dijeron que mi trabajo es muy arquitectónico. Así que, creo que los referentes en mi trabajo serían otras disciplinas o expresiones creativas que me inspiran e interesan”, expresa.
Entre sus fotografías se encuentran las de boda, a través de las cuales más que dejar un mensaje, lo que le interesa es transmitir un sentimiento.
“El sentimiento de que el día de tu boda no tienes de qué preocuparse, que todo va a salir bien, y que ese día se trata de disfrutar y gozar. Busco ser más que una persona que solo contratas, esforzándome por siempre crear una conexión con mis novias. Mi prioridad es que me tengan confianza, que se sientan seguras y que la esencia de la pareja se refleje en las fotos. Es súper importante para mí dejar mi trabajo en algo que transmite auténticamente las emociones, sensaciones y sentimientos de las personas que retrato, y no solo de un momento instantáneo sino que sea para toda la vida”, comenta.
Lo que ella considera que la hace diferente de otros fotógrafos de bodas es la actitud que tiene hacia sus clientes.
“Cualquiera puede tomar una buena fotografía. Hay muchísima gente talentosa en México que toma fotos impresionantes. Entonces creo que lo que me diferencia de los demás es la actitud que llevo entre mis clientes y mi fotografía. La experiencia que le genero a mi cliente, desde la primera vez que me que buscan hasta el día que les entregó sus fotos, es la esencia y el punto clave de Camila Urrea como marca. Cada proceso que llevó con cada pareja es única. Mis clientes creo que me buscan por como soy, por mi personalidad, mi energía, la forma en la que dirijo un la sesión, y ya las fotos y la edición son un extra”, comparte.
Camila menciona que hay muchísima gente talentosa, pero que entre las fotógrafas que sigue y recomienda para quienes les interesa la fotografía de bodas están: Yessica Cruz, Ana Hinojosa y Karla Posadas.
Además de hacer fotos de bodas trabaja como fotógrafa en ámbitos el editorial, “me encanta trabajar con marcas que están haciendo cosas espectaculares en cuestión de diseño. En este tipo de trabajos me desenvuelvo creativamente y llevó a la práctica mi visión de jugar con estéticas y crear un contenido artístico”, expresa.
El equipo que siempre suele utilizar y lleva en su mochila es un lente 35mm f/1.4; otro lente 50mm f/1.4; su cámara 5D; el flash que nunca le puede faltar, cinco pilas, muchas memorias, tarjetas de presentación, así como accesorios nuevos que ha ido comprando para jugar con elementos fotográficos.
Lo que Camila les diría a los jóvenes fotógrafos que empiezan en esta rama es…
“Les diría que pueden alcanzar lo que sea que se propongan. Que practiquen y practiquen y practiquen, y no dejen de practicar. Que exploren todas las ramas que ofrece la fotografía, desde fotografía de producto, de retrato, de paisajismo, etc. De esta forma realmente podrán encontrar lo que los apasiona y dónde pueden explotar su talento. Mi mejor consejo es que inviertan en su aprendizaje, en su crecimiento y en su desarrollo. Tomen cursos, métanse a talleres, hagan workshops con las personas que más admiran. Cuando algo los inspire o despierte sabrán que van por buen camino”, menciona.
Camila comparte que siempre suele llevar su cámara con ella a todos lados “nunca sé dónde o cuándo me pueda encontrar algo interesante por retratar entonces prefiero no correr el riesgo de perdérmelo”, menciona.
Añade que como fotógrafa desarrolla una parte dentro de ella que siempre está atenta a todo lo que puede pasar y todo lo que puede llegar desprevenidamente. Menciona que siempre busca verle otra perspectiva a las cosas, entonces intenta fijarse en sombras y luces, y también fusionar detalles como personas y edificios en el background para crear algo más significativo.
Al preguntarle acerca de dónde se ve en un futuro cercano Camila respondió que quiere ser reconocida como una de las mejores fotógrafas de México.
“Quiero seguir con mi proyecto de educación y poner mis cursos en línea. Me apasiona dar clases porque no hay nada más gratificante que enseñar algo que me apasiona y regalar esos conocimientos. Me encantaría llegar a un punto en que todos mis trabajos sean bodas destino, conociendo a gente increíble y tomando fotos en el extranjero”, termina.
