Hace nueve años arrancó el proyecto de Infancia Alegre (INFAL, AC), cuando Claudio de Angelis, Licenciado en Administración de Empresas, realizó su servicio social en una casa hogar. Su conexión con los niños fue tan grande, que decidió ayudarlos organizando eventos con el apoyo de algunos amigos. En la actualidad estas tareas se han extendido, trabajando en conjunto con 14 casas hogar.
¿Cuál es la misión de INFAL?
Reintegrar a todos los niños y devolverles lo que, por derecho, les debería tocar. Ellos merecen tener una infancia alegre, igual que nosotros la tuvimos, para que puedan desarrollarse en el ámbito profesional.
¿Cuántas personas conforman la institución?
El número cambia por semestre, por ello se cuentan como voluntarios activos. Son alrededor de 500, más los que están en la oficina encargándose de la imagen y todas las operaciones. El manejo de las redes sociales es por parte de la agencia de publicidad Perception PR y además somos tres Consejos: el de grandes, el de universitarios y el de preparatorianos.
¿Cómo nacieron sus programas?
Al principio hacíamos tareas y fiestas con las casas hogar y aunque eran actividades muy agradables, nos preguntamos ¿qué estábamos logrando con los niños? Teníamos que exigirles un buen promedio y al hacerlo nos dimos cuenta de que tampoco era suficiente, porque seguían sin rendir en la escuela. Entonces descubrimos que desayunaban muy poco, así que hicimos convenios con empresas de alimentos para darles el alimento necesario. Cuando logramos eso continuamos exigiendo buen promedio, pero surgió otro problema: les bajaban puntos por no llevar útiles escolares completos. Entonces creamos una campaña para recaudar los útiles que les faltaban. Por eso los programas van sobre la marcha, la única condición es tener un buen comportamiento en la casa hogar y también un buen promedio a lo largo del semestre.
¿Qué retos y obstáculos has tenido al frente de Infancia Alegre?
El reto es mostrarle a la gente lo fácil que es ayudar, para que se sume. Hay personas que se quejan de que vivimos donde y como lo hacemos gracias a los malos gobiernos, entonces el reto es cambiarle el chip a nuestro entorno.
Dentro de tu experiencia en INFAL hasta el momento, ¿qué acontecimiento te marcado?
Es una montaña rusa de emociones, hay muchas historias muy fuertes. Una que me llenó de orgullo ocurrió en una ocasión en que ayudaba a los niños a hacer sus tareas, había una pequeñita que hizo un ensayo de una persona a la que admiraba mucho, y redactó que era su profesor Claudio, diciendo “es la única persona a la que siento que le importo”. Lo leí y me sentí feliz de que por un servicio social pudiera cambiar la perspectiva de alguien. Otra fue cuando falleció mi padre y uno de los niños me dio una carta que decía “tú estás para nosotros siempre, ahora nos toca a nosotros devolverte el favor”.
¿De qué manera puede apoyarlos la sociedad?
Nos mandan un mensaje a nuestras redes sociales (Instagram y Twitter como infal_ac y Facebook como Infancia Alegre A.C.) dándonos su teléfono y de inmediato se les contacta. Cada quien decide cómo ayudar, ya sea como voluntario o por donación.
En cuanto a los fondos para sostener a la institución y seguir apoyando a las personas, ¿a qué mecanismos recurren para obtenerlos?
A los eventos. Tenemos una carrera el 24 de abril, después viene una fiesta del Día del Niño en algún club, un brunch o algún evento deportivo con causa. También tenemos productos como el agua Koru.
PLAYERS Brief
-Casas hogar atendidas: 14
-Personas que reciben asistencia: Cerca de 600
-Voluntarios activos: 315
