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abril 24, 2024

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Piaf, delicias libres de culpa

Por

Psicóloga y criminóloga de profesión, pero con alma y vocación de emprendedora, Patricia Leal es fanática de los postres pero también de la vida fitness, por lo que encontró la manera de combinar sus dos pasiones “sin sentir culpas” y a la vez, ayudar a promover una cultura saludable entre los tapatíos a través de una repostería alternativa deliciosa y llamativa.

Preocupada por su salud y por los altos índices de obesidad en el país, Paty desarrolló un concepto que nació con ingredientes alternativos a las harinas y azúcares y que van dirigidos para todos los que buscan cuidar su salud sin sacrificar lo rico que es disfrutar de un antojo.

Esa es la esencia de Piaf repostería, un lugar para los fans de los postres que tienen alguna afección, alergia o personas fitness y/o que cuidan su cuerpo.

¿Cómo surgió la idea de entrar al mundo de la industria saludable?

Yo no soy repostera y tampoco soy vegana, celiaca (alérgica al gluten) ni diabética. Hago mucho ejercicio y mientras siguiera comiendo azúcar y harina refinadas no iba a ver resultados. La verdad es que soy fan de los postres, entonces empecé a investigar y revisar páginas fitness. Mi novio me pasaba recetas de postres healthy con avena y otros ingredientes que yo decía: ¿de verdad, con esto? Guácala (entre risas).

Comencé a hacer experimentos y en las recetas tradicionales sustituía las harinas refinadas y azúcares por harina de avena, que es un carbohidrato complejo que se convierte en energía y no en grasa. Para quitar el azúcar utilicé agave y fruta para no usar Splenda ni Stevia, porque además de que es procesada y tiene químicos, todo salía muy seco.

Así empezó todo. Experimentando, haciendo postres para mi novio, para mí y para mis amigos. Luego surgió la idea de distribuirlos en pequeños comercios de productos orgánicos en mis ratos libres, donde tuvieron muy buenos resultados.

En una ocasión fui a La Mirilla Bazar y me di cuenta de todo el movimiento de emprendedores, de la variedad de productos y pensé en distribuir mi producto por la cultura saludable que envolvía al lugar.

Sin tener redes sociales ni las recetas bien establecidas, hice la solicitud para ver si me daban la oportunidad de ponerme en el bazar y me dijeron que sí, faltaban 15 días y no sabía qué hacer; fue un poco angustiante pero me puse a trabajar para tener listos panquecitos, brownies y galletas de avena. Me fue increíble en mi primer día y todo se me acabó muy temprano. Esa noche no dormí por hornear el producto que iba a vender al día siguiente. Ahí fue cuando me di cuenta que mi idea tenía futuro, porque la gente apreciaba lo que es comer de manera saludable.

¿Producto estrella?

Las donas me encantan y era algo prohibido para mí porque son fritas y tienen mucha azúcar. Tienen al menos 400-500 calorías cada una y dije: tengo que hacer una dona para mí. Empecé a desarrollarlas y las primeras fueron las de red velvet, cookies and cream, las de matcha. Después, muchos de los sabores de los panquecitos los empecé a hacer en donas. Y como todo, en base a ensayo y a error comencé a preparar nuevos sabores probando con ingredientes hasta encontrar la consistencia adecuada y siempre cuidando muchísimo el índice calórico y glicémico de los productos.

Ahora resulta que me conocen por las donas (entre risas). No sé si hubiera tan lejos como hasta ahora vendiendo solo los panquecitos y las galletas, porque las donas son un hit. Tenemos ya 21 sabores, pero vamos a seguir desarrollando más sabores y todas se pueden convertir en pastel o rosca. Para los cumpleaños también hacemos donas gigantes.

¿Por qué apostarle a  este tipo de mercado?

Hay gente que es muy fan de los productos y no necesariamente tienen alguna afección o alergia, sino porque realmente es una opción deliciosa y saludable.

Este producto nació con la idea de ser fitness y saludable, pero terminó siendo apto para diabéticos, celiacos (alérgicos al gluten) y también para los veganos, que no consumen producto animal. Solamente la dona de coco tiene yogur griego, de ahí en fuera todo está libre de huevo y lácteos.

En tres años que llevamos, el negocio ha crecido mucho y le he echado muchas ganas.  Es una satisfacción ver cómo la gente que no podía comer postres, ahora puede disfrutar de algo delicioso y saludable.

¿Quiénes visitan tu negocio?

La gente joven en general, porque aunque no hagan ejercicio ya tienen la cultura o buscan comer saludable. En segundo lugar, los celiacos, hay muchas personas e incluso niños que no pueden consumir gluten y vienen con nosotros. También tenemos muchos clientes veganos.

¿Qué tipo de ingredientes utilizas en tus productos?

Utilizamos cacahuate, zanahoria deshidratada, nuez, chocolate amargo libre de azúcar, kinoa inflada, coco tostado, almendra, gemp (un super food), manzana deshidratada, carbón activo que ayuda a la digestión, ralladura de limón, todos nuestros toppings son saludables.

Para endulzar utilizamos el plátano y miel de agave; los glaseados son de azúcar de coco. Todas nuestras donas tienen menos de 200 calorías, pero son calorías buenas porque son carbohidratos complejos y las azúcares que tienen son provenientes de la fruta, por lo que se convierte en energía y no se almacena en forma de grasa.

No usamos ni nutella, galletas oreo, ni pedazos de chocolate ni nada que engorde. Todo tiene que ser libre de azúcar.

 

“Yo creo que es una opción para consumir algo rico que nos traiga felicidad al corazón y que lo puedas consumir sin remordimientos”.

¿Qué ha sido lo más difícil de emprender?

(Suspira) Lo más complicado ha sido no tener dinero. Todo esto surgió con el apoyo de mi novio que me prestó algo de dinero y de ahí empezó a crecer esto. Sin embargo, hay muchos obstáculos. Las rentas son muy caras, hay pocos apoyos; industrializar el producto es algo muy difícil. Es complicado lograr que el producto pueda llegar a mucho más gente. También la falta de cultura saludable ha sido algo que hemos tenido que vencer.

¿Qué otros productos ofrece Piaf repostería?

Galletas, panquecitos, pasteles, pays, roscas, brownies y bebidas como tisanas y tés. Tenemos un café artesanal muy bueno de unos emprendedores tapatíos. También vendemos helados veganos. No utilizamos cremas batidas ni otras cosas para el café. Todo lo que hay es saludable.

¿Cuáles consideras que han sido las claves del éxito de tu negocio?

La calidad es muy importante. La amplia variedad que manejamos y mucho trabajo y entrega de todos los que conformamos Piaf. Mi familia, mis hijos también están involucrados y me ayudan muchísimo. También mis reposteros que tienen conmigo desde que empezamos esta aventura.

¿Tienes algún consejo para los jóvenes que aún no se animan a emprender?

Que emprendan. Que no tienen que ser empleados toda su vida. Cualquier idea o cosa que existe se puede mejorar y cualquier cosa que tengan en la mente, poniéndole creatividad, trabajo, muchas ganas y un plus a lo que ya hay. Que se apoyen en sus familias. Al emprender generamos empleos, competencia, ideas y propiciamos una mayor calidad.

 

Redes sociales:

Facebook: PIAF Repostería Alternativa

Instagram: piafreposteria

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