Sin duda alguna el regreso de Charros a nuestra ciudad ha marcado un parte aguas en la afición de béisbol de nuestra ciudad que de momento se había mantenido con la mira puesta en los equipos del norte.
Del 9 al 12 de marzo la perla tapatía fue cede de la primera fase del mundial de béisbol correspondiente al grupo D integrado por México, Italia, Venezuela y Puerto Rico. El estadio abarrotado de fanáticos de distintas partes del mundo, hoteles sin habitaciones disponibles, productos oficiales por todos lados y boletos que iban desde los $672 pesos hasta los $30,735.
Para México, esta es su cuarta participación en los clásicos mundiales de béisbol. Se tenía gran expectación por la aparición de la selección nacional como anfitrión pues tras el escándalo por participar en una pelea en el que se vio envuelto hace dos mundiales y que le valió la suspensión durante el mundial 2016 se esperaba que su partición este año fuera destacable. México ganó su último partido y tras una confusión por parte de los organizadores posteriormente quedó sin la posibilidad de pelear un desempate.
Para este macro evento el estadio tuvo varias modificaciones para poder estar a la altura de lo que exigen las Grandes Ligas del Beisbol (MLB) y que como comentó José Luis Velasco, integrante del equipo de Difusión del club Charros de Jalisco, la experiencia que les está dejando la organización del Clásico Mundial de Beisbol 2017 en esta sede, les servirá de mucho para ponerla en práctica cuando el club Charros esté en su temporada en la Liga del Pacífico (LMP).
El certamen se disputará en cuatro países y en seis ciudadades: Tokio, Japón; Seúl, Corea del Sur; Guadalajara, México; Miami, San Diego y Los Ángeles, Estados Unidos. La final se jugará en el Dodger Stadium de Los Ángeles Dodgers.
