La generalidad lleva por creencia que la imaginación es indispensable para lograr cosas, incluso, existen voces que posicionan esta actividad neurológica como lo más importante. Probablemente sea muy importante mas no lo más importante.
La mayoría de las personas nos imaginamos cosas fregonas; sin embargo, de nada sirve la imaginación si no estamos dispuestos a creer en nosotros, en aceptar los desafíos y, sobre todo, a hacer, a ejecutar acciones para conseguir lo que imaginamos. De nada me sirve imaginarme como campeón del mundo si no he trabajado duro, si no he pulido mis técnicas y cualidades, si mi mentalidad se quebrantará ante la 1ª adversidad, si no logro vencer mis demonios.
La herencia genética de Isaac Hernández es quizá la razón más importante por la cual desarrolló el gusto por la danza. Probablemente, la 2ª razón más importante sea el empeño y dedicación que su padre, el también bailarín Héctor Hernández, puso en su formación y apoyo incondicional para exponenciar al máximo nivel la pasión artística del ahora bailarín estrella del English National Ballet, uno de los más famosos del planeta.
Isaac entendió a la muy corta edad de 8 años cuál era el precio que tendría que pagar por imaginar con la grandeza, por soñar con ser el mejor entre los mejores. Alentado por su padre y maestro, Hernández empezó a practicar el arte dancístico desde los 8 años en el patio de su casa, en su natal Guadalajara, ciudad que lo vio nacer un 30 de abril de 1990.
Desde entonces, el nombrado Orgullo de México por la presidencia de la república, ha trabajado incansable- mente en perfeccionarse en esta disciplina artística, lo que a lo largo de su aún joven trayectoria, ha sido clave para que hoy en día sea un bailarín multipremiado a lo largo y ancho del mundo, con majestuosas ejecuciones en los recintos artísticos más emblemáticos como en la Ópera de Roma, en la Ópera de París o en el Coliseo de Londres y bajo la tutela de los representantes más destacados de la danza, como el mítico coreógrafo ruso Mikhail Baryshnikov o el prestigioso Frank Anderson.
Isaac Hernández es el personaje a destacar de esta edición por ser orgullosamente tapatío y, sobre todo, orgullosamente Hecho en México, marca que lleva alrededor del globo terráqueo y dejando el nombre de nuestro país en lo más alto.
El actual mejor bailarín del mundo deja claro una vez más que la imaginación es indispensable, pero que no sirve de nada si no trabajamos y actuamos con arduo esfuerzo para conseguirlo.
Una trayectoria impresionante
Prix Benois de la Danse como Mejor bailarín (2018).
Bailarín principal del English National Ballet, compañía referente en el mundo de la danza internacional.
Olivier Awards por Logro excepcional en la danza (2017).
Único bailarín que ha ganado el Youth American Grand Prix 2 años consecutivos a los 14 años.
Grand prix en el Concours International Odysseé de la Danse (2008).
