Juan Francisco Llaguno Farías nació en Monterrey, el 23 de junio de 1939. Es un hombre muy enfocado en su familia. Le gusta dar de su tiempo a los demás, y considera que la generosidad y la ayuda al prójimo son valores de gran importancia. Estudió Ingeniería Industrial en el Instituto Tecnológico de Massachusetts y tiene una Maestría en Administración de Empresas en el Instituto Europeo de Administración de Empresas (INSEAD), en Francia.
Fundación Tarahumara José A. Llaguno, ABP
Más de 100 mil indígenas viven en la Sierra Tarahumara, región del estado de Chihuahua. El pueblo rarámuri (o tarahumara) se reconoce como uno de los más numerosos del continente norteamericano, vive del autocultivo, y tiene que enfrentar adversidades como prolongadas sequías, escases de ríos y una zona poco favorable para la siembra. Ante esta difícil realidad, se le sitúa en pobreza y pobreza extrema, con ingresos anuales no mayores de nueve mil pesos. Para Juan todo esto siempre estuvo en su corazón, por lo cual al morir Pepe en 1992, él y su hermano Rodrigo decidieron continuar su labor por medio de la Fundación Tarahumara José A. Llaguno, ABP, iniciada ese mismo año, contagiando a mucha gente a unirse a la causa.
El objetivo es acompañar al tarahumara en su propio desarrollo hacia la autosuficiencia, sin invadir su cultura. Ayudarle a salir de la pobreza, permitirle el acceso a la educación, apoyarlo para que mejore sus cultivos y darle herramientas para que su calidad de vida aumente. Juan funge como Vicepresidente de Procuración de Fondos y su principal labor es conseguir recursos de bienhechores, empresas, instituciones y fundaciones a nivel nacional y regional, que permitan cambiar estas condiciones.
También ha colaborado en otras causas sociales: por 10 años ha estado en el Consejo de la Escuela Guadalupe, respaldando la educación; participa en el Fomento a la Cultura Ecológica (FOMCEC), dedicado a enseñar cultura ecológica a maestros, para que a su vez la transmitan en primarias y secundarias; y fue Presidente del Centro Cultural Loyola. Aconseja a quienes desean involucrarse en cualquier causa social que se animen a pensar en los demás, lo cual da mucha satisfacción. Concientizar a la población de las necesidades que viven los tarahumaras, y lo relevante que es preservar y cuidar a los indígenas del país resulta indispensable no solo por el sentido de humanidad implícito ante la marginación, sino porque México está fuertemente ligado a estos grupos únicos, que son parte de nuestra identidad nacional ante el mundo en dialectos, costumbres y características que deben ser protegidas como patrimonio universal.
